Lo que hizo Mikaela Shiffrin es, simplemente, una locura. Con su última victoria en el Slalom de Sestriere, Italia, la esquiadora estadounidense llegó a las 100 victorias en la Copa del Mundo de la FIS, convirtiéndose en la primera referente del esquí alpino en lograrlo. Algo que parecía imposible, pero que ella logró con talento, mentalidad de acero y una capacidad inigualable para sobreponerse a cualquier obstáculo.
Mikaela Shiffrin, con nuevo récord, se consolida como una referente del esquí alpino.
La hazaña se concretó el 23 de febrero de 2025, en una de las pistas más exigentes del circuito. Lo más increíble es que apenas un día antes, Shiffrin había quedado fuera de la segunda manga de una carrera por primera vez en más de 14 años. Además, todavía estaba lidiando con los problemas físicos y mentales de una dura lesión en noviembre de 2024. Pero como si nada de eso importara, la esquiadora estadounidense se enfocó, metió dos bajadas perfectas y dejó a todos con la boca abierta.
Shiffrin mostró un nivel técnico descomunal. Con una ejecución agresiva y precisa, marcó un tiempo combinado de 1:50.33, superando a la croata Zrinka Ljutic por 0.61 segundos y a su compatriota Paula Moltzan por 0.64 segundos.
“No sé si se puede soñar con algo así. Es demasiado grande, lleva demasiado tiempo.” dijo Shiffrin emocionada tras el triunfo. “Siempre soñé con hacer buenos giros, mejorar día a día. Y eso, para mí, ya es un sueño lo suficientemente grande”.
Los números de una hazaña histórica
Si hay algo que define a Mikaela Shiffrin es su capacidad de superación. Su dominio en el Slalom es impresionante y los números lo dicen todo:
- 63 de sus 100 victorias fueron en Slalom, récord absoluto en la disciplina.
- Es la única esquiadora en la historia en ganar en todas las disciplinas del esquí alpino.
- Tiene 5 títulos generales de la Copa del Mundo y subió al podio 155 veces, igualando la marca de Ingemar Stenmark.
- Ganó 11 temporadas con al menos 3 victorias en Slalom, algo nunca antes visto.
Una historia de lucha y grandeza
Después de su accidente en Killington, Shiffrin pasó 60 días en recuperación, peleando contra el dolor físico y el trauma mental que le dejó la caída. A pesar de todo, volvió con más fuerza que nunca y se llevó su victoria número 100 en una demostración de pura magia.
Con solo 29 años, Shiffrin todavía tiene mucho camino por recorrer. Alcanzar 120 o incluso 130 victorias ya no parece una locura, sino algo totalmente posible y el mundo blanco está ansioso por ver hasta dónde puede llegar.
En un deporte donde la excelencia dura poco, Mikaela Shiffrin sigue subiendo la vara, rompiendo récords y dejando una huella imborrable en la historia del esquí alpino. La leyenda sigue viva y su historia todavía se sigue escribiendo en la nieve.
