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Andrew Rosindell, encargado en el parlamento inglés de tratar cuestiones relaiconadas a las islas, pidió al gobierno argentino que no interfiera en los asuntos de Malvinas.

Parlamentarios ingleses consideraron el decreto de la presidenta "patético e inútil"

Por UNO

El secretario del grupo interparlamentario encargado de tratar las cuestiones relacionadas con esasislas, el conservador Andrew Rosindell, pidió al Gobierno de Argentina que no interfiera en los

asuntos de las Malvinas. "Espero que el ministro de Asuntos Exteriores (David Miliband) se dirija a

las autoridades argentinas para decirles que este es un comportamiento inaceptable", dijo

Rosindell, acerca del decreto de Cristina para que los barcos que pasen por mares argentinos en las

cercanías de las islas pidan permiso al Ejecutivo Nacional.

El parlamentario declaró que "han pasado 28 años desde la guerra de las Malvinas (1982)" y

que en este período "se ha dejado claro a Argentina que no tienen nada que decir sobre las islas

Malvinas o sobre sus aguas territoriales y que no deberían interferir".

Rosindell consideró el decreto de la presidenta argentina "la típica treta política" y la

relacionó con la oposición de Fernández a la exploración y explotación de los recursos petrolíferos

en el norte de las Malvinas por parte de empresas británicas.

El parlamentario británico instó a los capitanes de los barcos que naveguen por esas aguas a

que no hagan caso a las peticiones para que obtengan permisos de navegación de Buenos Aires cuando

pasen por aguas internacionales en dirección a las Malvinas, cuyas aguas, afirmó, forman parte de

la jurisdicción del Reino Unido.

"Cualquier intento de Argentina de reclamar cualquier tipo de derechos sobre la soberanía de

esa región es algo que deberíamos tomar muy en serio. Creo que no deberíamos apaciguar a Buenos

Aires. Ya sabemos lo que ocurrió la última vez", dijo.

Nicholas Winterton, el presidente de este grupo interparlamentario con participación de todos

los grupos políticos, pidió al Foreign Office mantener la semana que viene un encuentro para hablar

del decreto de la presidenta argentina, que calificó como "patético e inútil".

Tanto el Gobierno laborista, como la oposición conservadora, indicó Winterton, permanecen

comprometidos con la soberanía de las islas y con el principio de autodeterminación de sus

habitantes.

"Los argentinos vuelven a permitirse un comportamiento hostil, aunque hasta ahora sólo

verbalmente, contra un vecino amistoso, las islas Malvinas", añadió Winterton.

"Esto no afectará en absoluto a las islas Malvinas. Todo lo que están intentado hacer es

impedir el progreso económico de las islas Malvinas, porque por supuesto que fomentar la

exploración de hidrocarburos en ese área es una parte importante del proyecto para lograr un futuro

sostenible para las islas", afirmó.

"No creo que nadie quiera exacerbar lo que ya es una situación difícil, pero ciertamente es

importante que el Foreign Office exprese que este decreto no tiene jurisdicción sobre las aguas

internacionales", concluyó Winterton.