El país vecino que se animó a abrir las escuelas en medio de la pandemia por coronavirus

Las clases en las escuelas rurales de Uruguay se reanudaron en menos establecimientos que los previstos y con una asistencia promedio de 32%, informaron fuentes oficiales.

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De las 543 escuelas que se supondría que abrirían sus puertas hoy por primera vez desde que el país entró en cuarentena solo lo hicieron 344 y en 88 de estas no asistió un solo alumno, afirmó Héctor Florit, miembro del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).

El funcionario reconoció que se esperaba que entre 5.000 y 6.000 niños reanudaran las clases en las escuelas rurales pero solo asistieron poco más de 1.000, con un promedio de 32% entre las que funcionaron, según el diario montevideano El Observador.

La “razón principal” de que las clases no comenzaran en muchas escuelas fue la demora en obtener resultados de las pruebas de coronavirus a los docentes y no docentes de aquellas localidades con casos confirmados de la enfermedad.

En otros casos, admitió, las autoridades no alcanzaron a designar maestros para reemplazar a aquellos mayores de 60 años o con ciertas enfermedades, a los que se eximió de la obligación de concurrir a dar clase.

Pese a todo, Florit consideró que “en términos generales este primer día respondió en los términos previstos” al tratarse de “la primera actividad de una institución educativa desde el 14 de marzo y después de estar 40 días en un clima de advertencia y precauciones”.

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Uruguay es uno de los países de Sudamérica menos afectados por la pandemia de coronavirus, con 549 casos confirmados (seis en las últimas 24 horas), de los cuales 200 estaban actualmente infectados, 12 fallecieron y 337 se recuperaron, informó esta noche el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae).

En ese contexto, el presidente Luis Lacalle Pou afirmó que no le parecía “oportuno” que más de 30 funcionarios de la obra social estatal renunciaran a sus cargos en plena pandemia y en medio de una crisis política causada por el reciente despido de otras autoridades del organismo.

“No nos alegra; no quiero juzgar la actitud, pero no nos parece oportuno en el momento que estamos viviendo”, dijo Lacalle Pou.

Ayer, más de 30 empleados de dos regionales de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) dimitieron cuestionando la reciente remoción de directores y funcionarios del organismo que habían sido designados por las administraciones del Frente Amplio que gobernó Uruguay durante 15 años hasta el 1 de marzo pasado, cuando asumió Lacalle Pou.