Lula participará mañana en el cierre del cuarto Congreso del Partido de los Trabajadores(PT), cuando será proclamada la candidatura presidencial de Roussef, actual ministra de la CasaCivil (una suerte de jefa de gabinete de ministros). El presidente dijo que no eligió a Rousseff como candidata en 2010 como un ardid pararetornar al poder en 2014. Nadie quiere "ser vaca de pesebre (en referencia a un adorno) y yo tampoco iría a escoger unapersona para ser vaca de pesebre. Todos los políticos que intentaron elegir a alguien paramanipularlo fracasaron", dijo. Rousseff está segunda en las encuestas de opinión, con 25 por ciento de popularidad, a 11puntos del favorito, el opositor José Serra, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, segúnuna encuesta divulgada ayer. En la entrevista, recogida por Ansa, Lula expresó su confianza en la victoria de Rousseff enlos comicios del 3 de octubre. "Ella va a crecer" en las encuestas, aseguró. Dijo que, de ganar, Rousseff tendrá que gobernar con "el ritmo de ella, el estilo de ella ysi ella toma una decisión más a la izquierda que yo, yo tengo que encarar eso como algo normal",observó. Sostuvo que tras su salida del gobierno asumirá un rol secundario en la vida política, ydescartó actuar como un poder paralelo. "Yo estaré espiritualmente con ella, pero a mi me cabe comportarme como un hincha en la tribuna, aplaudir los aciertos de ella, haciendo fuerza para que ella haga lo mejor", insistió. Lula, fundador y máximo dirigente del PT, reconoció que escogió a Rousseff como su sucesoraantes que el propio partido. Rousseff, economista de 62 años, tuvo a su cargo la ejecución del Programa de Aceleración delCrecimiento, de obras de infraestructura y viviendas populares. Lula dijo que se asombró con "la dedicación, la capacidad de trabajo" de Rousseff, y comentóque esos atributos lo convencieron de que ella es "algo más que una tecnócrata, sino una personacon un potencial político extraordinario".