El dramático caso de Olivia y Anna, dos hermanitas que desaparecieron el día en que su padre, Tomás Gimeno, debía entregarlas en la casa de su ex esposa, conmueve al mundo entero. Beatriz Zimmermann, mamá de las nenas, escribió una sentida carta de agradecimiento, horas después de que se conocieran más detalles escabrosos del presunto homicidio.
"Con todo el dolor de mi alma, les quiero escribir una carta de agradecimiento", publicó la mujer, con el corazón partido en dos.
La madre de Olivia y Anna confesó en este escrito que se le vino "el mundo encima" cuando le contaron que habían encontrado el cuerpo de su hija mayor, de 6 años.
"Deseo que la muerte de Anna y Olivia no haya sido en vano. Y aunque ahora sintamos el mayor odio, desesperanza y dolor, no sea para traer más sufrimiento al mundo sino lo contrario", escribió Beatriz.
"Que trascienda en amor para los niños en forma de protección, educación y respeto", agrega la mujer.
"Como madre me duele en el alma no poderles haber salvado la vida. Ojalá yo hubiera estado en ese momento junto a ellas de la mano y morir juntas. Pero eso no pudo ser porque Tomás quería que sufriera buscándolas sin descanso y de por vida. Esa fue la razón por la que dejarme a mí con vida", publicó después de conocerse el auto judicial en el que se arrojan hipótesis sobre el trágico desenlace y sus causales.
"Deseo que la muerte de las niñas sirva para crear mayor consciencia sobre el amor que entregamos a nuestros hijos, en valorarlo y cuando estamos con ellos no tener la cabeza en otros asuntos sino en ellos. Nos necesitan y nos adoran", escribe la mujer.
"Gracias a ellas se conoce el significado de la violencia vicaria. Espero que las leyes se pongan más duras protegiendo a los niños. Ellos no tienen por qué cargar con esa mochila, y si el amor se acaba lo más importante es el bienestar de los hijos", resalta.
Y agradece "toda la energía enviada en este caso tan desgarrador, gracias a todo el amor que pusieron, sucedió el milagro de encontrar a Olivia. Y que la verdad se conociera".
Las niñas desparecieron en Tenerife el 27 de abril, día en el que su padre, Tomás Gimeno, de 37 años, debía devolverlas a la madre tras pasar el día con ellas.
Ese momento nunca llegó. El jueves pasado, el cuerpo de Olivia, la mayor de las niñas, fue encontrado sin vida en el fondo del mar.
El expediente, que se publicó después de que se levantó el secreto de sumario, indica que fue Gimeno quien asesinó a sus dos hijas en la finca familiar.
Después de eso, las metió en bolsas deportivas y tres horas y media después las arrojó al fondo del mar desde su embarcación de recreo.
Según los investigadores, el acusado quería "provocar a su ex pareja el mayor dolor que pudo imaginar, al colocarla de forma deliberada en la incertidumbre acerca de la suerte o destino que habían sufrido en sus manos Olivia y Anna".
El auto judicial señala que desde la separación de la pareja, Gimeno mantuvo hacia Zimmermann "un trato vejatorio y denigrante, dirigiéndole a diario comentarios descalificativos, ofensivos y ultrajantes, en particular enfocados a menospreciarla por haber rehecho su vida con una nueva pareja".
Agrega que el hombre había manifestado en varias oportunidades que no soportaba que las niñas compartieran tiempo con la nueva pareja de su ex.
La Justicia emitió una orden internacional para la detención de Tomás Gimeno por la presunta comisión de dos delitos agravados de homicidio y uno contra la integridad moral en el ámbito de la violencia de género.
