Varios vuelos de reconocimento lo confirmaron, aunque el jefe de operaciones de BrittishPetroleum, Doug Suttles, insistió en que no se encontraron aún restos de petróleo en lasemblemáticas islas. Según el diario El Mundo, Suttles intentó frenar la inquietud desatada por la noticia asegurando que lacompañía cuenta el apoyo de una flotilla de 22 barcos pesqueros que no sólo participan en lastareas de limpieza, sino que tienen la misión de "localizar el petróleo y asegurarse de que nollega a la costa". Varios políticos locales, encabezados por el congresista demócrata Gene Taylor, intentaron enlas últimas horas rebajar la sensación de alerta. "Quiero que la gente sepa que esto ni el huracánKatrina ni Armageddon", dijo Taylor. "Yo he trabajado 13 años en la prevención de vertidos depetróleo como guardacostas, y doy constancia de la mancha es mala, pero quiero recordar a la genteque está a veinte millas de las marismas y que se está rompiendo en partes más pequeñas de un modonatural". "Hay sitios en los que parece leche chocolateada", precisó Taylor, en una de esas frases para la historia. "El resto parece como una mancha de diesel y hacia los bordes se va haciendo másfina". Científicos como Edward Overton, profesor de Ciencia Ambiental de la Universidad Estatal deLuisiana, se subieron a la nueva corriente y expresaron un relativo optismismo ante la evolucióndel vertido. "El miedo que tenía la gente no se ha materializado", declara Overton al New YorkTimes. Los gobernadores del Golfo de México se vieron ayer las caras en Mobile, Alabama, paracoordinar una respuesta conjunta.