En cuanto a la polémica que se generó con Tucumán por el supuesto perjuicio a la industria azucarera, Barg fue tajante al afirmar que “no se trata de desvestir un santo para vestir a otro, no estamos para nada en contra de los intereses de Tucumán. Tiene que ver con jarabe de fructuosa de maíz. Pero el maíz tiene otros destinos posibles donde ser colocados”.
El proyecto de ley propone elevar a niveles históricos (28%) los impuestos internos a las bebidas analcohólicas que hoy tienen un gravamen de entre el 4% y el 8%, pero establecer un descuento del 90% en el gravamen para los productos que utilicen para endulzarlos, hasta un 75% de azúcar de caña y hasta un 10% de jugos naturales de frutas.
Si bien para la industria vitivinícola el uso del jugo concentrado de uva en forma conjunta con el azúcar de caña originarían un nuevo mercado para el mosto, el proyecto también se refiere a los jugos de todas las frutas que se producen en el país y que puedan sintetizar capacidades edulcorantes. En total será 14 las provincias que se podrían beneficiar con esta norma.