Jorge Omar Giménez, uno de los cinco intendentes peronistas de Mendoza, analizó las causas de la derrota electoral. Que "en el Concejo de Guaymallén haya 1.000 empleados está mal", se sinceró.

"Perdimos por errores de la dirigencia, no de la militancia" dijo Giménez

Por UNO

"Por algo perdimos", dijo el intendente de San Martín Jorge Omar Giménez, uno de los pocos sobrevivientes del Justicialismo mendocino. Y analizó que "si en Guaymallén hay 1.000 empleados, en el Concejo Deliberante está mal". También dijo que es todo un signo que, de los más de 600 contratos no renovados en Las Heras, 200 de los contratados ni siquiera se presentaron para que sus cesantías fueran revisadas por la nueva gestión.

Giménez y otros cinco intendentes peronistas de Mendoza se reunieron el lunes con el gobernador Cornejo. Fue la primera reunión formal desde su asunción. "Me pareció buena la convocatoria, que era esperada por cierto. Pudimos delinear algunas cosas y ponernos de acuerdo en qué nos podemos dar una mano", dijo.

"El Jorge" contó que el Gobierno mendocino no tiene grandes retrasos en la remisión de fondos coparticipables. "En nuestro caso, no nos debe tanto, aunque sí hay algún retraso", pero reconoce que "se ha ido haciendo un esfuerzo y ordenando, y a corto plazo se irá solucionando".

También sostuvo que el gobernador pretende "recibir la coparticipación de Nación y transferirla inmediatamente a los municipios. Esto es bueno, porque nos va a permitir hacer a nosotros, manejar nuestra propia administración".

Giménez fue crítico sobre la proliferación de contratos en gestiones justicialistas, que no tenían funciones específicas o claras. "Hay que defender a la gente que trabaja todos los días. Que haya 1.000 contratos en el Concejo de Guaymallén está mal. Por algo perdimos" y sostuvo que "a mí hay gente que me busca todos los días para ingresar al estado municipal. Ojalá fuera tan sencillo darle trabajo a alguien. Nosotros hemos preferido generar obra pública y que las empresas sean las que den trabajo, porque eso es desarrollo".

También subrayó que, "como los intendentes de Las Heras, de Luján y de Guaymallén, yo también voy a revisar los contratos. Con los años, estos vicios se potencian y hay gente que queda, y queda y queda sin cumplir funciones específicas, y eso lleva al desorden. Yo no pido más plata para San Martín para meter más empleados, sino para hacer obra pública y que haya fuentes de trabajo genuinas".

El intendente culpó a la dirigencia peronista ("me incluyo, para que nadie crea que me quiero sacar el peso de encima") de las sucesivas derrotas electorales. "La militancia no perdió, fuimos los dirigentes", dijo, y propuso una revisión profunda y generar nuevos liderazgos, aunque aclaró que, para él, esa reestructuración no es lo urgente.

Con respecto a la relación de San Martín con la Nación, que fue fluida en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el jefe comunal dijo que "no hemos tenido todavía ningún contacto".

Sin embargo, dijo que "por alguna conversación de directores de área, sabemos que por ejemplo los planes sociales se van a mantener al menos hasta marzo".

Con respecto a la continuidad de las obras que están en ejecución en el departamento, dijo que "están en marcha, quizás a un ritmo más lento porque las empresas también están esperando que se complete la transición", pero sostuvo que "se van a concluir".

►"Después de haber sufrido tantas derrotas a nivel provincial y nacional, hay que reordenarse. Hay que ir fijando posición política, pero va a llevar un buen tiempo"

►"Hay un problema de liderazgos. Perdimos por errores de la dirigencia y no de la militancia, a pesar de que se había hecho mucho, aunque no lo suficiente. Los dirigentes hicieron que la derecha gobierne por primera vez por los votos".

►"Algunas cosas que ha hecho Macri, si las hubiera hecho el peronismo habrían generado un escándalo. Los grandes medios tienen cierta complicidad con esto".

►"Ahora se puede disimular porque todos están pensando en las Fiestas y en las vacaciones. Pero se va a notar mucho más el impacto cuando se apaguen las cañitas voladoras, los fuegos artificiales y los Reyes Magos dejen sólo lo que pueden".

►"A Cristina hay que preservarla. Es el cuadro político más brillante que veo, entre los tres o cuatro del planeta. Sería injusto que nos cobijemos detrás de ella. No tiene que venir a embarrarse y a pelear. Ahora es el turno de los dirigentes que crecieron resguardados por ella".