El resentimiento con Alvear es tan grande que ya hablan de oponerse a cualquier emprendimiento que pudiera ser beneficioso para el departamento limítrofe.
“Hemos trabajado juntos por la ruta 188, el trasvase del río Grande al Atuel, pero ahora se terminó”, dijo a Diario UNO un vecino del departamento más austral de la provincia, en consonancia con declaraciones de dirigentes empresariales.
Para poner de manifiesto ese descontento social anoche convirtieron la Maratón Nocturna en una marcha.
La maratón es un evento tradicional que realizan cada año en concordancia con la celebración del aniversario departamental, aunque en esta oportunidad el deporte quedó de lado.
El viernes la totalidad de la dirigencia política, empresarial y social, junto con la ciudadanía, se movilizó por el centro malargüino para hacer fuerza en favor del proyecto y contrarrestar los cortes de ruta en Alvear. “Los malargüinos no patoteamos”, era uno de los cánticos que repetían incesantemente.
Pero una vez que conocieron el resultado de la votación en Diputados –el pase a archivo del proyecto–, automáticamente comenzó la nueva convocatoria, se replicó por las redes sociales y ayer a las 20.30 el intendente Juan Agulles encabezó esa manifestación en la que desataron todo el enojo contra los alvearenses y dejaron en claro que Malargüe continuará la lucha para desarrollar minería sustentable.
De Paolo-Pérez-AgullesLa caída del proyecto minero Hierro Indio desató una guerra política que tiene distintos frentes de batalla.
La relación entre el intendente de Alvear, Juan Carlos De Paolo, y el gobernador Francisco Pérez siempre pendió de un hilo delgado que no se cortaba porque ambos militan en el mismo partido y tarde o temprano se necesitan. Sin embargo, las posturas encontradas en torno del emprendimiento minero y el jefe comunal que trabajó para bajar lo que había impulsado el mandatario provincial, marcaron un quiebre que será difícil de subsanar.
Ahora entró en juego el intendente malargüino, Juan Agulles, también justicialista y deseoso de desarrollar el proyecto en su tierra, que está que vuela y le hizo la cruz a su par alvearense. Esa fractura política se traduce en una situación más grave aún: diferencias insalvables y hasta casi con odios incluidos entre dos pueblos que, más que vecinos, han sido hermanos en un sinnúmero de iniciativas y sueños de progreso conjunto (ruta 188, trasvase del río Grande al Atuel) como son Malargüe y Alvear.
Agulles considera que la posición de los alvearenses fue fundamental para que la Cámara de Diputados archivara la posibilidad de volver a explotar hierro en Malargüe.
Pero, además, para el jefe comunal malargüino, De Paolo lo traicionó. A principios de semana se cruzaron en San Martín durante la asunción de Paco Pérez al frente del PJ y mantuvieron una charla amable. En ningún momento, el alvearense le manifestó que iba a sostener una posición tan dura. Así lo afirman en el municipio de Malargüe.
Pese a que Agulles fue ayer una de las personas más buscadas, decidió llamarse al silencio. “Está muy caliente, por ahora no quiere hablar” confió un funcionario comunal.
Enojo con ZandomeniLos enojos en Casa de Gobierno por el fiasco que se llevaron el viernes en la Legislatura con Hierro Indio no viajan solamente al sur. Fuentes del Cuarto Piso confiaron que Pérez estaría molesto con su ministro de Energía, Marcos Zandomeni.
Los rumores dicen que para el mandatario provincial, Zandomeni no supo manejar nunca la situación y eso habría influido para que el proyecto no avanzara.