Julio Cobos defendió la legalidad de los cambios a la ley del cheque y se defendió: “Ya no me preocupa lo que digan´".

"Haga lo que haga, hablarán mal"

Por UNO

Por Marcelo Arce

Julio Cobos aterrizó en Mendoza el viernes por la noche dispuesto a defender la

constitucionalidad de las reformas que se le introdujeron a la distribución del Impuesto al Cheque

que ahora son cuestionadas desde el punto de vista constitucional por todo el kirchnerismo.

A la mañana siguiente, el vicepresidente repitió la rutina de los sábados en los que le toca

estar en la provincia y pasó por el gimnasio del club Regatas.

En medio de otra tormenta política, dice que cada vez le preocupan menos los ataques del

Gobierno y, a pesar de que pretende minimizar el desafío, redobla la apuesta: " Si consideran que

me tienen que pedir el juicio político, que dejen de salir a coro como hacen todos los días y vayan

a la vía institucional que corresponde", sostuvo. En la entrevista con Diario UNO comenzó la charla

defendiendo la votación del jueves en el Senado .

"Acá –explica– hay que distinguir dos cosas. Había un proyecto original y apareció otro del

senador Verna que consistió en una derogación. La interpretación que yo hice es que el proyecto

original lo hacía más específico y requería de la mayoría absoluta. Pero se hizo otro proyecto que,

como quedó planteado, la derogación requiere, a mi forma de interpretar, de mayoría simple.

–¿Y por qué el kirchnerismo sostiene que es inconstitucional?

–Bueno... porque no quieren. Porque ellos se opusieron a esto. Hay que sincerar: acá hay un

modelo de poder que hace que mientras más se dependa de la Nación, mejor.

–Lo que dicen es que le sacan $10.000 millones a la Nación con la ley.

–Nooo. Primero lo que hay que rescatar es que el Senado volvió a funcionar. Segundo el tema

del qúorum. Tercero, ya hay senadores que entienden esto y deberían agradecerle a la senadora

Bortolozzi que hoy Mercedes Marcó Del Pont tenga todo el respaldo institucional que merece. Y

cuarto: las iniciativas no sólo son del Ejecutivo, las pueden tener los otros partidos también.

–En la sesión podría haber llegado a desempatar. ¿Qué hubiera hecho?

–Cuando he tenido que asumir la responsabilidad lo he hecho. Se van a enterar cada vez que

tenga que desempatar.

–Dicen que lo asesoraron mal en relación con la interpretación de la votación del Impuesto al

Cheque.

–Nooo... Es que tienen miedo de decirle las cosas a la Presidenta. Me parece que no se dice

la verdad o el sentir de cómo están las cosas en la cámara... Hice unas consultas para ver si esta

visión que yo tenía era la correcta. Y me dijeron que sí. Más yo no puedo. Mire: por ahí dicen que

Cobos no puede hablar, no puede decidir, no puede opinar y después me piden que revoque las

decisiones del cuerpo, que me convierta en juez de la Corte... ¡Qué se yo! ¡Me ponen por arriba de

todo! Cobos interpreta como ciudadano, como profesional de acuerdo con su experiencia... Para lo

demás están otras instancias... Está la Justicia, otra cámara en revisión, está el veto

presidencial... Se la agarran con Cobos. Haga lo que haga, se la agarran con Cobos.

–Ahora está sobre usted el fantasma del juicio político.

–¡Pero es una vía institucional! ¡Que lo hagan si quieren! Si consideran esto, dejen de salir

a coro como hacen todos los días y vayan a la vía institucional que corresponde. A lo mejor soy yo

el que está equivocado.

–¿Es un desafío eso?

–No quiero que lo interpreten así. Yo no quiero que me hagan un juicio político. ¿Quién

quiere someterse a un desgaste de esa naturaleza? Pero es lo establecido y si me tengo que someter,

me someteré... Pero cada vez me preocupa menos.

–¿Cómo es eso?

–Porque sí. No sé... Lo que no mata, fortalece. (Se ríe)

–Lo que sucede, vicepresidente, es que es el país el que está de por medio.

–Y bueno... A nadie le agrada que, haga lo que haga, estén hablando mal de uno. Tengo el

límite de la dignidad.

–¿La situación no se ha vuelto insostenible ya?

–¿Y cuál es la solución? ¿Que me vaya? No, yo no tengo derecho a renunciar. Si fuera ministro

me hubiera ido hace rato, pero no tengo derecho a renunciar.

–¿No considera que a esta altura ya es el líder de la oposición?

–No. Si hubiera sido el líder de la oposición me habrían aceptado la moción que hice de dejar

el tema (Impuesto al Cheque) en comisión para lograr consenso.

–¿Cómo sigue esto?

–Hay que darse cuenta de que ha cambiado la composición del Congreso. Eso es lo que no se

resignan a entender. Antes era un trámite formal y ahora hay espacios políticos que reclaman que se

les dé la representatividad.

–¿Cómo le cae que la Presidenta le diga que es "croupier" del Senado?

–¡Qué quiere que le diga! Son chicanas. La gente está cansada de ver esto. Sus problemas son

la inflación, la seguridad, la corrupción, el trabajo... Que digan lo que quieran.

–Agustín Rossi dijo que usted era empleado de Ernesto Sanz y de Gerardo Morales...

–Que diga lo que quiera Rossi. Más presionado y descalificado que Cobos no debe haber.

–La oposición también hace lo suyo en este contexto.

–Y bueno, tiene sus errores... Sí, seguramente.

–Depender de Menem, por ejemplo.

–No, claro, hay que juntarse los que se tengan que juntar.

–Acá hay un nudo político: por más que usted diga que no es el líder opositor, sí es un

dirigente opositor.

–Usted tiene que ir al origen. A mí no me llamaron por peronista, era un radical que tenía

una propuesta. Y yo no traicioné esa propuesta.

–Pero ahora hay una candidatura presidencial, ya no es igual.

–Eso se verá más adelante.

–Se verá mas adelante pero la candidatura está.

–(Hace silencio) Ahora lo que está es que soy presidente del Senado.