La publicación señala un “grave desmanejo de las cuentas bancarias con las que operaba la Fundación, utilizando para el movimiento diario cuentas no oficiales”.
Se indicó, también, la inexistencia de un inventario actualizado de los bienes de la institución, es decir, que se desconoce la cantidad de vehículos que posee la Fundación y quién los tiene a cargo. Tampoco se pudo comprobar cuántos y cuáles son los bienes inmuebles propios están bajo su órbita.
Agrega que de la investigación (tanto la del Senado como la de la propia Fiscalía) surge la “existencia en Tesorería de cheques de terceros sin depositar, la existencia deudas por una suma superior a los $ 5.000.000; la ATM informó una deuda de $ 1.141.703 por incumplimiento de pago desde el año 2008; la compra de equipos en desuso por el valor de equipos nuevos, así como la entrega de tractores nuevos sin el correspondiente contrato de comodato ni firma por parte de los presuntos beneficiados”.
Uno de los puntos más álgidos de la investigación estableció que la cúpula directiva de la Fundación percibía sueldos que iban desde los $ 11.000 para el presidente hasta $ 1.000 dispuestos para los vocales siendo que en su estatuto se prohíbe la remuneración de los cargos. Así también se estipula un manejo injustificado de viáticos por la suma de $ 528.000 durante los meses de enero, febrero, marzo y abril del 2013.
El escrito fue presentado por el fiscal de Estado, Dr. Javier Fernández, ante la Unidad Fiscal nº 1 de Ciudad.