El gesto de alivio que pareció respirarse en la Casa de Gobierno luego del arreglo con el poderoso gremio del SUTE parece desdibujarse con el correr de las horas y las paritarias que no cesan de fracasar.
El gesto de alivio que pareció respirarse en la Casa de Gobierno luego del arreglo con el poderoso gremio del SUTE parece desdibujarse con el correr de las horas y las paritarias que no cesan de fracasar.
Los casos de los gremios de la salud y de ATE Central, cuyas negociaciones naufragaron y concluyeron en nuevos anuncios de paro, pintan el cuadro complejo sindicla que afronta Francisco Pérez en la víspera de su bendito viaje a Roma para saludar al Papa.
En la tarde de este martes los sindicalistas enrolados en ATE Central, a cuya cargo está la atención de la aadministración pública, rechazaron una oferta de aumento de 30,5% en una sola cuota, la misa que aceptaron los maestros, claro que sobre un proporcional de básico distinto.
La conducción del gremio rechazó la propuesta, reiteró su pedido de aumento de 45% y se plegó al paro de 72 horas que se iniciará el próximo miércoles 23 de abril, que paralizará la atención en los hospitales y en las oficinas públicas.