Homenaje. La autora de La saga de Los Confines hoy habría cumplido 60 años. Por ello hoy es el Día del Libro Infantil y Juvenil.

El primer cumpleaños sin Liliana Bodoc

Por UNO

Este sábado Liliana Bodoc habría cumplido 60 años, una de esa cifras redondas que muchos celebran -aunque en su caso no era así-, y es imposible dejar de pensar que es el primer cumpleaños sin ella entre nosotros. Y es la primera vez también que tras ser aprobado el proyecto en la Legislatura mendocina, hoy se celebra el Día Provincial del Libro Infantil y Juvenil, en su homenaje y para perpetuar el valor de la obra de esta escritora que falleció el pasado 6 de febrero.

La docente y escritora Marisa Pérez fue una de las más cercanas amigas de Liliana. Hoy, en este día tan especial, está en San Rafael con un taller de escritura creativa que tiene como disparador la obra de Bodoc y a la tarde brindará una charla en el Centro de Congresos y Exposiciones llamada Amigos por Liliana.

"Ella nunca adoptaba esto de los 'días especiales'. Ni el Día del Amigo, ni el cumpleaños, porque era como predisponerse a un festejo y no era lo suyo. Quizá ella te llamaba cualquier día y te cantaba una canción o te contaba que le había pasado algo muy lindo y lo festejaba como si fuera un cumpleaños".

Con respecto a su llegada a los 60, su amiga dice algo muy significativo: "Ella no estaba planeando nada fuera de lo común por cumplir los 60, como no lo hizo para sus 50 o sus 40. Lo único que estaba planeando era empezar a tomar conciencia de que tenía que decir que no a algunas cosas, que tenía que descansar más. A uno le parecía que era incansable y ella decía que sí a todo, pero hacía un tiempo que Liliana quería darse el espacio para descansar. En estos 60 no es que fuera a organizar algo, aunque seguramente esperara la visita de sus hermanos, porque cada visita de ellos era una fiesta, lo mismo que con sus sobrinos, a quienes quería mucho", recuerda Marisa.

Penguin Random House Grupo Editorial reunió a autores, editores e ilustradores de su obra para recordarla, y difundió videos de estas personas recordando a Liliana.

Una de ellas es la escritora Claudia Piñeiro, quien recordó cómo la conoció: "La primera anécdota que tengo con ella, de haber compartido tiempo con ella, de haber disfrutado el tiempo con ella es cuando Argentina fue el país invitado en la Feria del Libro de París. En esos tiempos muertos que hay entre una charla y la otra, etcétera, salimos a recorrer con ella e Inés Garland y decidimos ir a la mezquita de París. Liliana se había hecho musulmana hacía mucho tiempo, así que ella conocía mucho de muchas cosas que yo no conocía. Era un gusto hablar con ella porque te enseñaba. La mezquita de París tiene un restorán muy llamativo, porque vos comés y los pájaros vuelan alrededor tuyo y se posan en lugares. Es un lugar encantador y muy de Liliana Bodoc en el sentido de que es mágico, ¿no? Porque uno está comiendo una comida muy típica de la mezquita, pero a su vez los pájaros vienen a conversarte a la mesa. Y eso me parecía una anécdota como para haber empezado mi relación con Liliana Bodoc que la definía absolutamente".

Piñeiro también recordó el tiempo que ambas compartieron en el laberinto de Borges, en la estancia Bombal, en San Rafael, Mendoza.

Por su parte, Galileo Galo Bodoc, uno de sus hijos, actor de profesión, habló de lo que iba más allá de su literatura: su calidez humana. "Hay miles de anécdotas con Lili. Mucho antes de ser Liliana Bodoc, la persona pública, la artista que conocemos, siempre fue una maravilla de persona, una gran madre. Anécdotas nos sobran porque ella fue una dadora de amor compulsiva, realmente su misión en la vida siempre fue esa. Liliana siempre reaccionó con mucha intensidad a las injusticias, aunque no la tocaran de cerca, ella era muy sensible a las injusticias. De hecho hay muchas decisiones que tomó en su vida vinculadas a grandes dolores sociales, políticos", explicó su hijo.

Y finalmente Marisa cuenta cómo cree que hubiese reaccionado ella con este homenaje, de que hoy sea el Día del Libro Infantil y Juvenil: "No sé si esto le hubiera gustado, pero la hubiera emocionado. Es una diferencia muy importante. Ella llamaba a estas situaciones 'divinos actos humanos', porque en un momento de enorme crisis política y moral, que a ella le preocupaban mucho, sin embargo salen a la luz gestos como este, el de esta ley, en honor a su trabajo, supermerecido y es como ver una flor crecer en el desierto", concluye.

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