El 0800 implementado por el Gobierno provincial no logró terminar con las esperas de madrugada en las salas de atención para obtener un turno. La falta de profesionales y las pocas horas en las que atienden producen fallas en el sistema.

Duermen en el centro de salud para conseguir turno e ir al doctor

Por UNO

Carina Luz Pérezperez.carina @diariouno.net.ar

La batalla con el sistema público de salud es una lucha desigual en la que siempre pierde el paciente. El engorroso sistema de turnos, la falta de profesionales en algunas especialidades críticas más las pocas horas en las que desempeñan su labor los médicos dentro de los centros de salud atentan contra un derecho elemental que es el de acceder de forma oportuna a un servicio esencial.

Las medidas gubernamentales para terminar con las colas desplegadas durante frías madrugadas para obtener alguno de los 15 o 20 turnos de un pediatra, o los 6 de un oculista, no alcanzaron. En enero pasado, el recién llegado ministro de Salud, Matías Roby, dispuso que los turnos de los centros de salud se dieran sólo a partir de las 11 para el día siguiente ser atendido, dejando un remanente del 30% para las urgencias. Fue una reacción ante las denuncias sobre la comercialización de turnos. A la par, prometía refundar el sistema de turnos telefónicos con una central única de operadores.

El jueves por la madrugada, Diario UNO hizo un recorrido por 5 de los seis centros de salud cabecera del Gran Mendoza y sumó una visita a la salita de Ugarteche, Luján, cuyos problemas merecen una mirada aparte.

La lluvia y los 3 grados de temperatura no amedrentaron a cientos de mendocinos que aguardaban una oportunidad apoltronados contra un pedacito de pared, o dentro de la sala de espera en el mejor de los casos.

Sucede que el 0800-800-7258 no funciona como se esperaba, porque la demanda es tan grande que casi siempre da ocupado y cuando finalmente un operador del call center atiende, en general los turnos se agotaron.

La otra dificultad reside en que sólo los servicios de pediatría, ginecoobstetricia, clínica médica y medicina de familia están coordinados a través del 0800, mientras que las especialidades de segundo nivel, como oculista, traumatólogo, nutricionista u odontólogo, deben ser solicitados por ventanilla, al igual que todos los estudios complementarios.

Estas especialidades suelen tener pocos lugares para una mañana de trabajo. Por eso, quienes recurren a ellas hacen colas antes del amanecer o directamente se quedan a dormir en la sede del centro de salud.

Un capítulo aparte e importante son los turnos perdidos a raíz de las medidas de fuerza de ATE (Asociación Trabajadores del Estado) y AMPROS (Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud), con lo cual han pasado a  ser prioritarios los chicos enfermos por sobre aquellos que requieren de los controles mensuales, vacunas, etcétera,es decir, lo necesario para cobrar las asignaciones familiares u otros planes sociales. Estos casos son  por estas horas los más demorados en la asistencia. Las demás especialidades también están saturadas de pedidos de pacientes por recetas, estudios o la continuidad de un tratamiento iniciado anteriormente a las huelgas.

Los directores de los centros de salud visitados no negaron la problemática y reconocieron que aún con los aportes del call center para los médicos generalistas, que pueden llegar a resolver el 50% de los pedidos de  atención, el 50% de la demanda queda afuera. Por ejemplo, si pueden resolver en un día de trabajo 70 atenciones, 40 personas quedan en espera.

Pero no sólo se trata del mecanismo para acceder a un turno, sino de la cantidad de profesionales que atienden en cada efector público. Siguen siendo escasos, haciéndose más evidente en pediatría.

“Recibimos pacientes de centros de salud periféricos en los que no hay médicos, en particular pediatras. En este centro de salud dos pediatras están por jubilarse, otro está con licencia, cuento con uno por la tarde y un  pasante del Notti. En promedio, en unas 4 horas de trabajo más o menos pueden atender a 16 niños, pero en realidad terminan atendiendo a unos 22. Es decir, priorizamos las urgencias y la gente tiene razón en quejarse,  necesitamos más pediatras”, explica María Sibuet, directora del centro cabecera de Luján Nº31.

Mientras, su par del 16, de Guaymallén, Ester Simón, señala que “seríamos felices si pudiéramos atender toda la demanda, pero lo cierto es que faltan médicos. Contamos con tres pediatras y necesitamos 7. De igual forma  estamos organizados para hacer lo de ANSES sin turnos. Y uno de los pediatras está abocado a programas especiales, un día para obesidad, otro para los servicios de alto riesgo, etcétera”.

María Eugenia Cerroni, a cargo del Nº17 de Las Heras, opinó que dos situaciones confluyen para que persistan las colas de madrugada. “Una es que muchos pacientes aún no están acostumbrados al 0800, y otra es que en  toda la zona de cobertura de Las Heras hay un solo traumatólogo y un oftalmólogo porque nadie quiere venir a trabajar por el sueldo que ofrece el Estado. ¿Cómo no van a existir demoras?”.

Jorge Botteron, del Nº30 de Godoy Cruz, concuerda en señalar que el uso del 0800 aún no está arraigado en el grueso de los pacientes, lo cual muchas veces provoca que recurran al centro de salud sin conocer las vías por  las que pueden resolver su turno.

De todos modos, Botteron tiene una experiencia mayor en el manejo del call center, ya que en su centro de salud hace más de 5 años que funciona el sistema de turnos. “Desde que sumaron más centros de salud al sistema  realmente es más difícil comunicarse con el 0800, pero una vez que se obtiene ayuda a organizar mucho mejor la mesa de entrada. Tampoco es bueno dar turnos tan diferidos, porque la gente se olvida”.

El 0800 turnos. Fue implementado para evitar la venta de turnos en la puerta de los centros de salud, difiriendo 24 horas la atención. Sin embargo, no está funcionando en buena parte de los centros porque no tienen conectividad informática.

Faltan médicos. Si bien el 0800 intenta ordenar la demanda y darles tranquilidad a los pacientes, lo cierto es que la comunicación telefónica no es fácil porque casi siempre da ocupado y una vez que el operador del call center atiende, los turnos se acabaron. Es que faltan médicos para contener la demanda.

Promesa. Ampliarían la cantidad de centros de salud conectados al sistema y sumarán médicos.

Los paros

Turno s perdidos. Las huelgas de ATE y AMPROS sumaron problemas a quienes tenían turnos y no fueron atendidos.

Prioridades. Por las medidas de fuerza de los gremios, en los centros de salud debieron tomar decisiones y prorizar a quiénes atender.

Una“cuestión moral” para los mendocinos

Una diferencia que marcaron las autoridades del Inadi entre Mendoza y el resto del país es sobre la definición de discriminación. Aquí la mayoría de los encuestados lo asocia a “considerar inferior, faltar el respeto o prejuzgar”, y a nivel nacional la opinión generalizada es “excluir o rechazar a una persona o grupo”.

La pregunta sobre qué tipo de falta es la discriminación también marca distancias. Si bien los mendocinos coinciden con lo que se opinó en la encuesta nacional sobre falta de educación y violación de derechos humanos, en  la provincia 36% entiende que es una cuestión moral contra el 28% que así lo considera en el consolidado nacional. “Tiene que ver con un tipo ideal de comportamiento social basado en la educación y la instrucción  moral”, refiere el informe.