Por Sara Gonzá[email protected]
El problema es por 5 trabajadores que la Comuna despidió. Uno fue reincorporado y por los otros 4 las instancias de diálogo no prosperaron. Sólo la Justicia podría resolverlo
El problema es por 5 trabajadores que la Comuna despidió. Uno fue reincorporado y por los otros 4 las instancias de diálogo no prosperaron. Sólo la Justicia podría resolverlo
Por Sara Gonzá[email protected]
La única alternativa de solución al conflicto que mantienen los trabajadores nucleados en ATE (Asociación Trabajadores del Estado) con el Municipio de Lavalle, por la reincorporación de cuatro trabajadores, se dará en el ámbito de la Justicia. Es que todas las alternativas de diálogo y propuestas que se han puesto sobre la mesa hasta ahora para intentar solucionar el problema no han dado con ninguna solución.
Hasta ahora sólo se logró la reincorporación de uno de los trabajadores, por decisión de la 5ª Cámara Laboral, medida que la comuna acató, pero falta solucionar el problema de los otros cuatro trabajadores.
La parte más dura del conflicto comenzó el 5 de marzo, cuando el gremio inició un acampe frente a la municipalidad que terminó por empeorar el clima de la negociación. Pero en realidad el problema arrancó en enero con los reclamos salariales, y se extendió en el tiempo cuando el intendente Roberto Righi decidió no renovar el contrato de locación a cinco trabajadores que llevaban entre uno y cinco años de servicio en la comuna.
ighi fundamentó su decisión en que los trabajadores “faltaban mucho”, pero para el gremio la medida respondió a “una represalia municipal” porque esos empleados participaron en la medida de fuerza que se prolongó durante enero cuando ATE reclamaba aumentos salariales.
Este hecho endureció el enfrentamiento entre el sindicato y la comuna al punto de que cambió el clima social en la villa cabecera de Lavalle.
Las partes han denunciado agresiones y enfrentamientos. El último incidente se produjo el martes, cuando -según contó el intendente- un empleado fue golpeado por los representantes del gremio que hacen el acampe en la entrada del municipio. En reacción, los familiares del agredido respondieron y la gresca profundizó más el problema.
El jueves ATE convocó a una huelga a nivel provincial para solidarizarse y también se realizó una asamblea de trabajadores en la explanada del municipio. Ese día, Righi decretó asueto municipal para evitar “situaciones de violencia o roces”.
“Durante esa jornada quemaron cubiertas y el humo afectó a los alumnos y docentes de las dos escuelas cercanas a la comuna, la Juan Galo Lavalle y la Juana de Ibarbourou. Además los vecinos me han planteado su descontento porque la zona del municipio no se puede transitar y también se ven afectados los comerciantes de la zona. Ver el municipio cerrado con carteles agresivos es una imagen que no se condice con un departamento tranquilo como es este. Es una imagen muy fea”, expresó el jefe comunal.
Para el gremio, el intendente incumplióLa lectura del conflicto desde el lado gremial cuenta otra historia. María Elena Garro, secretaria general de ATE de Lavalle, sostiene que “el intendente ha incumplido lo pactado con el gremio cuando se firmó el pase de los empleados a planta permanente. Se había acordado un cronograma de pase a planta en enero que no se cumplió”.
La dirigente amplió que “el intendente tampoco cumplió con los dictámenes que informó la Subsecretaría de Trabajo y el Ministerio de Trabajo, donde solicitaban reincorporar a los empleados despedidos. Por eso el reclamo se ha extendido en el tiempo porque no hemos tenido respuestas del municipio. Este es un conflicto innecesario que no se hubiera producido si el intendente hubiera cumplido con el cronograma de pase a planta permanente”, remarcó la dirigente.
Righi dice que si cumplió El intendente dijo que “se cumplió con lo que pidió la Justicia. Por eso se reincorporó a un trabajador. En el resto aún no se ha expedido la Justicia. Pero como contrapropuesta se les ofreció trabajo primero en el Hipódromo de Mendoza y luego en Vialidad provincial. En el primer caso rechazaron la propuesta porque implicaba el desarraigo de sus lugares de trabajo. En el segundo caso no se por qué no quisieron”, manifestó el mandatario.A su vez, Garro sostiene –pese a la escalada de agresiones– que “hay que seguir apostando a conseguir una solución, pero las posturas están tan cerradas que yo creo que la solución vendrá cuando la Justicia dictamine sobre el caso”.