Facundo Arana (46) y Javier Calamaro (53) estaban felices, fiel a su naturaleza. La humildad es un rasgo que no todos tienen, pero el actor y saxofonista, y el rockero derrocharon generosidad a la salida del ex COSE y daban cuenta de que son tipos como cualquiera de nosotros, sin ningún tipo de escudo a la hora de acercarse a la gente.
Arana y Calamaro (el hermano de Andrés, reconocido músico y ex Los Rodríguez) compartieron el viernes más de dos horas con chicos que están internados en la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil (DRPJ) y dialogaron amablemente con Diario UNO. Para los muchachos a los que la vida golpeó, la experiencia debe haber sido mágica.
Ya al mediodía los jóvenes -unos 100 internos- compartieron un asado y despuntaron el vicio de tocar música en el cierre del año lectivo.
El ex protagonista de Muñeca brava (entre otras novelas) comenzó la distendida charla. Estaba con Arturo Piracés, director de Responsabilidad Penal Juvenil; Luz Faingold, directora de Derechos Humanos de la provincia; Mariano Martínez, jefe de Seguridad, y Fernando, plomo de los músicos.
Arana comentó: "Es tan sencillo, que gente de Derechos Humanos nos invitó aquí a pasar una tarde sabiendo que nosotros estábamos bajando un poquito antes del cerro Aconcagua. La verdad es que nos pareció muy bueno venir a acompañar chicos que tienen una rutina que se viene repitiendo y no dejan de ser jóvenes y ciudadanos nuestros a los que hay que acompañar. Así que nos pareció una muy buena forma de pasar la tarde y pasar un rato juntos".
Arana se refería, en parte, a que junto con su compañero de ruta, Javier Calamaro, no pudieron ascender el Aconcagua (planean dar un concierto en Horcones a fines de febrero o marzo) en estos días porque una tormenta de nieve los dejó varados. Javier no tiene experiencia en el andinismo, pero le había cantado a las ballenas en el Océano Atlántico.
"Los chicos (del ex COSE) creo que la pasaron muy bien y nosotros la pasamos extraordinariamente bien y es algo que es para repetir. Tomamos unos mates, departiendo y la verdad es que lo que vi son jóvenes muy agradecidos de poder cambiar un poquitito la rutina y eso se hace entre todos", dijo Arana.
"Evidentemente estos chicos vienen haciendo las cosas bien entonces las autoridades pudieron dar la autorización para poder variar un poco la rutina. Fue una muy buena tarde entre seres vivos que se respetan", agregó.
"Probablemente los chicos que estuvieron acá pudieron ver de primera mano a una persona que es una parte de la historia (Calamaro) del rock and roll argentino, le pudieron dar la mano y mirarlo a los ojos", contó el actor.
Javier le dedicó unas palabras sobre gente que ellos admiran profundamente. "Les dijo: 'Chicos, esa persona que ustedes admiran, que está con su mujer y su hijo, viene de lo más profundo de la droga'.
Entonces, hay dónde construir, además son jóvenes, tienen la posibilidad. Nadie tiene la culpa de salir a la vida, de pegársela de frente. Entonces ahora tienen tiempo para ponerse de pie y tienen gente acá que los ayudan a encauzarse. Fue un honor para nosotros ver y compartir, no con internos, con chicos que vienen atrás nuestro", recalcó Facundo.
La trunca subida al Aconcagua
Calamaro explicó: "Dentro del parque Aconcagua fuimos al campamento Confluencia. Para nosotros fue como hacer una cumbre, de ahí fuimos a Plaza Francia, la cara sur del cerro. Fue alucinante, una travesía".
El músico siguió contando: "Después volvimos, estuvimos unos días en Confluencia y de ahí nos fuimos a Plaza de Mulas. Ahí hubo una tremenda tormenta de nieve, fuimos al cerro Bonete y cuando volvimos, ¡Facundo tenía la cara como una escultura de hielo, una cosa impresionante! Yo estaba tiritando, que pensaba que tenía 48 de fiebre (se ríen). Ahí estuvimos con los miembros de la patrulla de rescate, que nos sacó de esa especie de estado de shock que teníamos".
"No termina ahí. Ese día en el cerro Bonete se vino la tormenta a full, nieve y nieve, con viento blanco, esperamos los tres días para aclimatarnos, el cuarto, el quinto y el sexto", dijo. "Javier tenía conciertos a partir del 11 de este mes, ya no podíamos hacerlo y le dije: 'Javier, no nos vamos de acá sin ir a Campo 2, a Nido de Cóndores, a ver el atardecer desde ahí, porque no sabés las canciones que van a salir. Pero hubo una tormenta eléctrica y nos volvimos. Esta visita (en el ex COSE) es la cumbre para nosotros", concluyó emocionado Arana.