Enrique Pescarmona y Francisco Valenti; el empresario mendocino y quien fue vicepresidente de su compañía IMPSA por muchos años, declararon ante el juez Bonadio, a cargo de la causa de los cuadernos y relataron situaciones límites en las que el ex ministro de Planificación Julio De Vido "se salió de sus casillas" por no obtener lo que quería: ser socio de la compañía.
"Comenzó en 2006, cuando las discusiones del proyecto de la represa hidroeléctrica Aña Cua con el Ministro De Vido nos dijo ´Ustedes necesitan un socio´, como demostrando un interés particular y no en representación del Estado", indicó Valenti.
El ex ejecutivo de la empresa metalúrgica afirmó que hubo un plan sistemático destinado a apropiarse de parte del paquete accionario de IMPSA.
En su declaración, contó un exabrupto del ex secretario de Cristina, José López, en el que lo amenazó y lo obligó a firmar la rescisión de un contrato, como represalia al "no constante" a recibir como socio a De Vido y sus amigos.
Señaló que en el proyecto hidroeléctrico de Santa Cruz Cóndor Cliff -La Barrancosa, habían invertido alrededor de 200 mil horas de ingeniería y estaban listos para empezar a trabajar en la obra, cuando el ex titular de la cartera de Planificación lo llamó para darlos de baja.
En una segunda reunión que hubo sobre el tema, fue recibido por López.
"Mencioné algo así como 3.000 empleados estaban esperando para empezar. El ingeniero López me contestó que 'entre 3.000MW y 3000 empleados voy por los MW'. Ante mi insistencia buscándole una solución para que el contrato no caiga, finalmente López me dijo 'mirá hagan lo que ustedes quieran pero si no es acá o a la vuelta de la esquina los vamos a hacer sonar'", denunció Valenti.
Por su parte, Pescarmona relató dos encuentros que ocurrieron en su casa y en la que De Vido se fue insultando a sus hijos.
La primera vez fue una cena, a la que el fundador de IMPSA lo invitó, luego de recibir su llamado haciendo referencia a cuestiones del vertedero en Yacyretá que estaban desarrollando y tenían que hablar.
"Así es como vino a comer, estaba el ingeniero Valenti, mi hijo Lucas que era muy joven y yo. Esto fue a comienzo del año 2006. Los primero 20 minutos fue todo muy bien, en un momento determinado el Ministro dice 'vos necesitas un socio' a lo que le respondí que no necesitábamos un socio. Lucas le dice 'señor Ministro, disculpe pero creo que no necesitamos un socio porque íbamos a desarrollar esta idea que era nuestra, sabíamos como hacerlo, para qué queremos otro socio' y le dijo que en todo caso no tendríamos problema es ser socios del estado Argentino. Recuerdo que mi hijo le dijo también 'mire Ministro, si nosotros nos asociamos con usted vamos a ir presos' ", testimonió.
Y agregó que ante la negativa familiar, el ex ministro se dirigió a su hijo en terminos despectivos y le dijo 'nene nosotros no nos vamos a ir nunca de acá, vos no entendés nada nene. Le dijo pendejo de mierda, tenía un ataque de bronca' ", manifestó.
Señaló que al mes De Vido le pidió una segunda reunión, que esa vez, fue breve y sin cena de por medio.
"Llegó y directamente nos dijo: 'vengo con un mensaje de la corona, o te asocias o te asocias'. Estaba presente mi otro hijo de nombre Luis. Con esa extorsión que nos hacían me hizo acordar a la extorsión del secuestro que sufrí en el año 1985", aseveró al juez de la causa.
El dueño y fundador de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA); y su mano derecha durante muchos años, Francisco Valenti, argumentaron que ante los constantes aprietes y maltratos relatados, es que cedieron a las extorsiones del gobierno K.
Actualmente, Enrique Pescarmona se encuentra procesado como miembro de una asociación ilícita encabezada por Cristina Kirchner, y fue embargado por 4 mil millones de pesos. A su vez, Francisco Valenti fue sobreseído por falta de mérito.
Fuiente: Diario UNO de Mendoza