Muchas veces, para las tradiciones culturales no está bien visto que se propongan modificaciones ya que el ritual, por ejemplo de hacer un asado, es más importante que la comida en sí. Algo de esto ocurrió en la Facultad de Diseño Industrial, donde los alumnos crearon 25 nuevos modelos de parrillas con los que proponen ampliar el espectro del asado más allá de la cocción de la carne.En la creación hubo de todo, porque a partir de un posible consumidor determinado, antes de empezar el proyecto los estudiantes sabían qué tenían que ofrecer para poder luego imponer el producto.Por eso se pensaron modelos para mujeres solas que viven en departamentos y deben usar el balcón, familias completas que viven también en un edificio pero deben subir a la terraza para hacer el asado, para los amantes de la montaña que cargan el auto y salen a pasar el día, para celíacos y también para vegetarianos.El proyecto es habitual en el segundo año de la carrera de Diseño Industrial, aunque este año tuvo la ventaja de que el producto elegido podía realizarse a escala real, lo que les permite a los alumnos luego poder venderlo o, si quieren, conservarlo. Además se eligió la parrilla por dos aspectos fundamentales: uno es la variedad de públicos a la que se puede apuntar y otro es la importancia simbólica que tiene para los argentinos el hecho de compartir un asado, ya sea con amigos o familiares."Los chicos tuvieron que hacer un trabajo de investigación, incluyendo encuestas, para conocer los gustos y necesidades de los tipos de usuarios que les tocaron. La verdad, el trabajo fue muy bueno de su parte", expresó Ernesto Fiorentini, profesor adjunto de la cátedra Productos I.Las parrillas están hechas todas en metal, para no encarecer los costos pero sin perder la calidad. Algunos modelos incluyeron elementos como pinzas, varios eligieron sumarles planchetas (lisas y agujereadas para alimentos que desprenden grasa) y tablas, entre otros.El otro aspecto que fue tomado en cuenta fue la relación del producto con los futuros usuarios. Por ejemplo, cuando se pensó en una parrilla para una mujer que vive sola, se la hizo con los materiales más livianos que vienen en el mercado, para que sea cómoda para transportar.Algunos alumnos decidieron realizar sus modelos en maquetas, por cuestiones de tiempo y formas de trabajo, pero otros lo hicieron como prototipo, por lo que ahora pueden darle un uso real. Muchos de ellos las venderán en una feria para recaudar fondos y presentar nuevas propuestas, y otros se las regalarán a su familia, para usar en las casas.
Las crearon estudiantes de la carrera de Diseño de la UNCuyo. Los productos ofrecen opciones para públicos diferenciados. Son más de 25 los modelos ideados