Una mujer pidió a la Fiscalía Federal de Mendoza saber realmente qué ocurrió con su bebé recién nacido en el hospital Lagomaggiore en 1986. Un día después, aseguró, le informaron que había fallecido pero jamás le entregaron los restos.

En su poder, desde hace 38 años, esta mujer -identificada por sus iniciales como F.S.- carga consigo el dolor y la incertidumbre de no saber si el bebé murió o si le fue robado. O apropiado.

Tiene apenas tres pruebas materiales, de cuya existencia dio cuenta en la Fiscalía Federal de Mendoza, a través de un grupo de abogados que lideran Carlos Varela Álvarez, Josué Varela y Juan Pablo Miranda.

Se trata de los certificados de nacimiento y defunción -de cuya legitimidad se duda- y la medallita con el número 5662 que ella recibió tras el alumbramiento en el hospital público Luis Lagomaggiore.

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La medallita que el hospital Lagomaggiore, según la denunciante, le entregó a ella tras el nacimiento del bebé en 1986.

La medallita que el hospital Lagomaggiore, según la denunciante, le entregó a ella tras el nacimiento del bebé en 1986.

La mujer pidió un Juicio por la Verdad

El caso de F.S. fue presentado este miércoles por escrito en el Área de Atención Inicial del Ministerio Público Fiscal Federal de Mendoza y se convertirá en expediente judicial, cuyo fiscal investigador será designado en breve.

La mujer pidió a las autoridades judiciales que promuevan la realización de un Juicio por la Verdad, proceso judicial que no prevé consecuencias penales pero sí la recolección de pruebas testimoniales y documentales para determinar qué pasó realmente con aquel bebé nacido vivo, siempre y cuando la pesquisa sea satisfactoria.

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El hospital Lagomaggiore.

El hospital Lagomaggiore.

El dolor de una madre, en primera persona

En la presentación ante la Fiscalía Federal, la mujer relató con detalles que fue atendida en el Lagomaggiore, que médicos y enfermeras se ocuparon de ella durante el trabajo de parto, que previamente escuchó los latidos de su hijo a través de un ecógrafo, que lo vio nacer y que era varón.

Y siguió: "Esa noche me dormí pensando que mi hijo era bien atendido y cuidado (...) Al día siguiente, y frente a mi insistencia por verlo, una médica me dijo que estaba muerto (...) Me dijero que había nacido y fallecido el mismo día. Me quedó mi medallita, no la de él".

La mujer explicó que luego de mucho tiempo pudo obtener las partidas de nacimiento y defunción, que aportó como pruebas: "Como puede verse, son irregulares porque la partida de Defunción registra un horario anterior al que aparece en la partida de Nacimiento".

"Llevo 38 años buscando la verdad. No puedo irme de este mundo -dijo la denunciante- sin saber qué pasó con mi hijo en 1986 en el hospital Lagomaggiore".