Juicio federal

"U$400 Cometa F": la anotación y las charlas que complican al ex comisario acusado de cobrar coimas

El ex comisario de la Policía Federal, Dino Rossignoli (52), comenzó a ser juzgado desde este martes por el presunto cobro de sobornos para dejar operar cuevas financieras

Cuando todavía abundaban el distanciamiento social y los barbijos por la pandemia del coronavirus, una causa hizo implosionar la Policía Federal. El caso Stefano Canella no sólo desbarató un puñado de "joyerías" céntricas que en realidad eran cuevas financieras, sino que también derivó en la detención del comisario de esa fuerza en Mendoza ante la sospecha de que brindaba protección a cambio de jugosas coimas.

Dino Enzo Rossignoli (52) pasó de ser el comisario de la División Unidad Operativa Federal Mendoza a quedar detenido e imputado como parte de una banda criminal. Y desde este martes, se sentó en el banquillo de acusados en un juicio donde podría recibir una dura condena por el presunto cobro de las coimas.

La situación del exuniformado es compleja, no sólo porque hay varias pruebas que comprometen su accionar, sino porque gran parte de la banda que se dedicaba al cambio ilegal de divisas fue condenada días atrás. Diez procesados, entre los que se encontraban los dueños de Stefano Canella, recibieron penas de entre 3 y 6 años de prisión en un juicio abreviado donde admitieron haber cometido los hechos.

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Dino Rossignoli, comisario de la Policía Federal, es juzgado por el cobro de coimas.

Dino Rossignoli, comisario de la Policía Federal, es juzgado por el cobro de coimas.

Las pruebas sobre las coimas

Dino Rossignoli está acusado formalmente de formar parte de la asociación ilícita. Su rol era hacer la vista gorda ante las operaciones ilegales que realizaban los arbolitos de Stefano Canella y hasta avisar cuando la Policía Federal u otras fuerzas iban a realizar allanamientos en las cuevas financieras. Claro que eso no era gratis ya que cobraba coimas mensuales, según sostiene la acusación fiscal.

Entre las pruebas que lo complican se encuentran conversaciones que mantuvo con uno de los dueños de las joyerías, Nicolas Bazán, a quien le advirtió por WhatsApp que "mañana a la mañana hay movimiento. Entrá las mesas hasta el mediodía. Va la muni" o le decía que "está nublado el tema, podés trabajar pero con cuidado".

De hecho, el propio Nicolás Bazán lo tenía agendado en su celular como "Jefe Dino". En otras conversaciones, el cuevero le preguntaba por "un compañero tuyo que veo sacando un par de fotos". Frecuentemente acordaban reuniones en un café donde la Fiscalía sospecha que se concretaba el pago de las coimas: "Nos encontramos mañana porque este mes no nos vimos", le reclamó el entonces comisario de la Policía Federal.

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Nicolás Bazán, uno de los dueños de la cadena de joyerías Stefano Cannella.

Nicolás Bazán, uno de los dueños de la cadena de joyerías Stefano Cannella.

Incluso entre los propios condenados por las cuevas ilegales que funcionaban en las joyerías hablaban entre ellos y se reclamaban el pago de las coimas. "Escuchame hermano, ahí le pagué a la Federal. Nada, hace como 10 meses que le vengo pagando tu cuota. Necesito que después le pagués vos, por favor", reclamó en una ocasión Nicolás Bazán.

Otras de las evidencias es una serie de anotaciones que se encontraron en un cuaderno que estaba en las joyerías. En el libro había anotaciones a mano que decían "U$400 Cometa F" o "U$1000 (PFA)", en referencia a las coimas que habrían pagado a la Policía Federal.

Por otro lado, se encontró una suma de 20.000 dólares aproximadamente en el despacho de Dino Rossignoli del edificio de la Policía Federal ubicado sobre calle Perú. Gran parte de ese dinero estaba en una caja de cartón asignada como un secuestro de una causa, pero otra suma estaba en un sobre de papel sin denominación.

Otros dos juzgados por las coimas

Además del ex comisario Dino Rossignoli, hay otras dos personas que no quisieron aceptar el juicio abreviado que se firmó días atrás y también empezaron a ser juzgados este martes.

Por un lado, Eduardo Palermo Fernández (31) quien era uno de los empleados de Stefano Canella y está acusado de haber concretado el pago de una las coimas que se realizó en mayo de 2022 tras haberse reunido en un café con Dino Rossignoli. Por otro lado, la contadora María José Degregorio (31) está procesada por supuestamente haberse encargado de disimular las ganancias ilegales que obtenía la banda, es decir, concretar el lavado de activos de la organización criminal.