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Dino Rossignoli, comisario de la Policía Federal, es juzgado por el cobro de coimas.
Las pruebas sobre las coimas
Dino Rossignoli está acusado formalmente de formar parte de la asociación ilícita. Su rol era hacer la vista gorda ante las operaciones ilegales que realizaban los arbolitos de Stefano Canella y hasta avisar cuando la Policía Federal u otras fuerzas iban a realizar allanamientos en las cuevas financieras. Claro que eso no era gratis ya que cobraba coimas mensuales, según sostiene la acusación fiscal.
Entre las pruebas que lo complican se encuentran conversaciones que mantuvo con uno de los dueños de las joyerías, Nicolas Bazán, a quien le advirtió por WhatsApp que "mañana a la mañana hay movimiento. Entrá las mesas hasta el mediodía. Va la muni" o le decía que "está nublado el tema, podés trabajar pero con cuidado".
De hecho, el propio Nicolás Bazán lo tenía agendado en su celular como "Jefe Dino". En otras conversaciones, el cuevero le preguntaba por "un compañero tuyo que veo sacando un par de fotos". Frecuentemente acordaban reuniones en un café donde la Fiscalía sospecha que se concretaba el pago de las coimas: "Nos encontramos mañana porque este mes no nos vimos", le reclamó el entonces comisario de la Policía Federal.
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Nicolás Bazán, uno de los dueños de la cadena de joyerías Stefano Cannella.
Foto: Redes Sociales
Incluso entre los propios condenados por las cuevas ilegales que funcionaban en las joyerías hablaban entre ellos y se reclamaban el pago de las coimas. "Escuchame hermano, ahí le pagué a la Federal. Nada, hace como 10 meses que le vengo pagando tu cuota. Necesito que después le pagués vos, por favor", reclamó en una ocasión Nicolás Bazán.
Otras de las evidencias es una serie de anotaciones que se encontraron en un cuaderno que estaba en las joyerías. En el libro había anotaciones a mano que decían "U$400 Cometa F" o "U$1000 (PFA)", en referencia a las coimas que habrían pagado a la Policía Federal.
Por otro lado, se encontró una suma de 20.000 dólares aproximadamente en el despacho de Dino Rossignoli del edificio de la Policía Federal ubicado sobre calle Perú. Gran parte de ese dinero estaba en una caja de cartón asignada como un secuestro de una causa, pero otra suma estaba en un sobre de papel sin denominación.
Otros dos juzgados por las coimas
Además del ex comisario Dino Rossignoli, hay otras dos personas que no quisieron aceptar el juicio abreviado que se firmó días atrás y también empezaron a ser juzgados este martes.
Por un lado, Eduardo Palermo Fernández (31) quien era uno de los empleados de Stefano Canella y está acusado de haber concretado el pago de una las coimas que se realizó en mayo de 2022 tras haberse reunido en un café con Dino Rossignoli. Por otro lado, la contadora María José Degregorio (31) está procesada por supuestamente haberse encargado de disimular las ganancias ilegales que obtenía la banda, es decir, concretar el lavado de activos de la organización criminal.