Se agotaron las instancias y la máxima autoridad judicial del país dejó firme la condena para una banda integrada por policías y civiles que cometió un secuestro extorsivo en Las Heras hace más de siete años. La historia del caso que generó conmoción en la provincia y la participación de cada uno de los sospechosos.
Justicia Federal
La Corte nacional confirmó la sentencia contra policías que secuestraron a la hija de un empresario
El escandaloso caso de corrupción policial que se destapó hace más de siete años terminó con duras penas para la banda que cometió el secuestro y ahora esa sentencia quedó firme
Luna y Amaya, dos de los condenados por corrupción policial.
Con un escrito que fue publicado en la jornada del martes, la Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó un recurso que habían presentado tres de los secuestradores en buscar de revertir las condenas en sus contra. Quienes habían apelado fueron los expolicías Néstor Enrique Miranda, Aníbal Damián Luna y Marcelo Javier Araya, quienes se robaron una radio de la Comisaría 49 ubicada en Rodeo del Medio para que los secuestradores pudieran hacer sus movimientos espiando lo que decían las autoridades policiales -ver más abajo-.
Para los ministros Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti; el recurso que presentaron los condenados es inadmisible y de esta forma dejó firme la sentencia en su contra.
Corrupción policial y secuestro extorsivo
El 23 de febrero de 2016, cerca de las 8, una joven de 26 años se encontraba circulando en su auto Peugeot 208 por calle Santa Rita de Las Heras. En ese momento debió frenar bruscamente ya que se atravesó un auto Honda Civic por el frente y dos camionetas la encerraron por atrás. En cuestión de segundos, había sido reducida a punta de pistola y cargada en uno de los vehículos.
► TE PUEDE INTERESAR: Se complica la situación de la presunta cómplice de Cacho Garay: "Hay que matar a esta pendeja"
Los secuestradores le taparon la cabeza con una tela y le colocaron auriculares. Manejaron algunos kilómetros hasta ingresar a un camino de tierra y finalmente a una propiedad -que nunca se pudo saber cuál era-. Allí comenzaron a llamar al padre de la víctima, un empresario del rubro de la distribución de bebidas. Le exigieron una suma de dinero en efectivo que el hombre entregó una hora después. Fueron más de $400 mil y 1.000 dólares que dejó en una bolsa de basura en la vía pública.
Sin embargo, los secuestradores no quedaron conformes y solicitaron un segundo desembolso. En horas de la tarde noche, el empresario dejó nuevamente $200 mil y 15.000 dólares en otro punto. Pero antes de eso, realizó la denuncia policial y los investigadores ya estaban interviniendo con la delicadeza que necesita este tipo de casos. Finalmente, la joven fue liberada a las 21.30 en la Cuarta Sección.
Con el avance de la pesquisa, fueron cayendo los integrantes de la banda de la cuál varios de ellos eran efectivos policiales. La investigación federal reconstruyó que tenían distintas funciones: algunos se encargaron de la parte operativa del secuestro, otros realizaron las comunicaciones extorsivas, otros fueron a buscar al dinero y otros garantizaron la cobertura e impunidad. En esta última labor estuvieron los policías Marcelo Javier Amaya, Néstor Enrique Miranda, Fabio Marcelo García y Aníbal Damián Luna, quienes se robaron una radio de su comisaría para escuchar la frecuencia policial mientras duraba el rapto.
En un juicio que se realizó a mediados de 2018 los uniformados fueron condenados a 7 años y 6 meses de cárcel, excepto Luna que recibió la pena de 14 años por considerar que tuvo un grado de participación mayor. Con respecto a los civiles, Carlos Alberto Fernández fue condenado a 18 años, Fernando Alfonso Lira a 17, Héctor Matías Quinteros a 16 y Pablo Andrés Bustos a 15 años.
► TE PUEDE INTERESAR: Un profesor de Educación Física va a juicio por intentar asesinar a su pareja de 9 puñaladas