Consciente de la feroz lucha que se había desatado con la comida como botín de guerra, Gran Hermano decidió sorprender a los chicos en plena Gala: con la ayuda de dos participantes de #GH2015, ordenó requisar toda la Casa e ir en busca de la comida que los dos grupos escondieron en diversos lugares.
Francisco Delgado y Brian Lanzelotta fueron los encargados del "operativo rescate". Vestidos con mamelucos naranjas, dieron vuelta colchones, revisaron asientos, armarios y, obviamente, abrieron las cajas de seguridad con las que cuentan los actuales participantes.
Así, de a poco, fueron apareciendo paquetes de azúcar, yerba, galletitas y hasta elementos de tocador que iban siendo colocados en dos grandes canastos. Y todo, bajo la atenta mirada de Luifa, Patricio y compañía, que seguían el operativo encerrados en el SUM.
Luego, teniendo en cuenta que Fran y Brian no lograron encontrar todos los alimentos escondidos, fueron los propios participantes quienes debieron vaciar las cajas de seguridad y exhibir lo que habían guardado.
La historia, sin embargo, no terminó allí. A partir de todo lo sucedido, Gran Hermano emitió un comunicado en el que prohíbe que se repitan estas acciones (tampoco se podrá volver a comer en los cuartos) y decidió reemplazar toda la comida incautada por una compra que estará a cargo por un equipo de nutricionistas para que en la Casa se alimenten de manera saludable.