La investigación se inició el año pasado y tenía como protagonista a un precoz e indomable asesino. Maxi Turrón tiene 16 años y está acusado de matar a un policía e investigado por otros 14 delitos, entre los que hay seis homicidios más, robos, abuso de armas y asociación ilícita.
Pero la historia es realmente sorprendente por la violencia del joven sino porque a partir del asesinato del agente de la Federal Ezequiel Alifraco (33) durante un asalto dejó ver el árbol genealógico delictual que, en algún punto, explica su prontuario.
Tras decenas de escuchas, la Justicia detuvo a la madre del chico y le agregó una acusación más al expediente del padre (que ya cumple condena por robo con armas en un penal bonaerense) por "instigar y determinar" a su hijo a cometer delitos.
A pesar de que Jésica "La Rubia" González tuvo exposición mediática en septiembre pasado como "la madre que entregó a la Policía a su hijo" -el chico se había escapado en un traslado de una camioneta policial y estuvo cinco meses prófugo- la Justicia cree que ella y el papá del joven, César Gustavo Aguilera (33), "usufructuaban las ventajas económicas que obtenían de los delitos" que cometía "Turrón".