El proyecto afectará directamente a los residentes de dos complejos emblemáticos: las Casas Fulton y Chelsea-Elliott, ubicadas en el corazón de Manhattan. La demolición de estos históricos edificios públicos dará lugar a la construcción de seis nuevos complejos residenciales, en un proceso que se extenderá durante los próximos siete años.
Un plan que divide opiniones en Nueva York
La transformación de estas viviendas genera reacciones encontradas entre los residentes. Miguel Acevedo, presidente de la Asociación de Inquilinos de las Casas Fulton, apoya firmemente el proyecto y destaca las precarias condiciones actuales de los edificios. "Invito a cualquiera que no viva en Fulton a que venga y vea cómo vivimos, lo desagradable que es", expresó durante la reunión de la junta.
En contraposición, un grupo considerable de inquilinos manifestó su rechazo. Presentaron una petición con 939 firmas oponiéndose al plan de demolición. Entre las preocupaciones principales destacan el riesgo de desplazamiento y la posible pérdida de derechos adquiridos, como el pago proporcional al ingreso y la transferencia hereditaria de las viviendas.
El futuro de Manhattan
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Estos departamentos eran de los más baratos de todo Nueva York.
El proyecto contempla la construcción de aproximadamente 3.500 unidades adicionales en los terrenos. Una parte de estas nuevas viviendas se reservará para inquilinos de ingresos bajos y medios. Los desarrolladores privados Related Companies y Essence serán los encargados de llevar adelante esta transformación.
La NYCHA asegura que los residentes actuales mantendrán sus derechos durante todo el proceso. Sin embargo, cerca de 120 inquilinos deberán mudarse antes de que las nuevas viviendas estén listas. Las autoridades prometen que podrán regresar una vez finalizada la construcción, aunque existe la posibilidad de que deban adaptarse a unidades más pequeñas que las actuales.
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Esta iniciativa forma parte de un plan más amplio para abordar la crisis de la vivienda pública en Nueva York. La NYCHA calcula que necesita 78 mil millones de dólares para reparaciones y renovaciones en todos sus desarrollos, que actualmente albergan a más de 360.000 neoyorquinos registrados oficialmente.