En medio de una gran disputa, y alegando tener deudas económicas de más de 4 millones de dólares, la empresa detrás del reconocido e histórico concurso, Miss América, se declaró en quiebra bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras.
En medio de una gran disputa, y alegando tener deudas económicas de más de 4 millones de dólares, la empresa detrás del reconocido e histórico concurso, Miss América, se declaró en quiebra bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras.
A principios de año, tanto Robin Fleming, presidente y director ejecutivo, como Glenn Straub, el desarrollador inmobiliario, presentaron documentos a las autoridades de Estados Unidos justificando tener la propiedad exclusiva del evento.
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El sitio Bloomberg informó que, el pasado viernes, Straub envió una declaración de capítulo 11 al Tribunal de Quiebras de Estados Unidos argumentando que la empresa tenía una gran deuda.
Sin embargo, Fleming presentó el lunes su demanda ante el tribunal diciendo exactamente lo contrario. Según él, no hay deudas, sino que se trata de un intento de "mala fe" para adueñarse completamente del famoso certamen.
"La declaración de quiebra por mala fe de MAC orquestada por Straub está diseñada únicamente para evitar que el concurso Miss América 2025 siga adelante y tenga éxito" declaró Fleming a los medios de comunicación.
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Por otro lado, el hombre argumentó que fue prácticamente obligado a tomar la medida de poner a la empresa en quiebra para garantizar la supervivencia del Miss América a largo plazo.
Más allá del caos y la incertidumbre, parece que el certamen estará a salvo de todas formas, ya que el tribunal ha dicho que puede continuar según lo programado mientras se desarrolla la batalla legal.
El Miss América aún está programado para realizarse entre el 31 de diciembre de 2024 y el 5 de enero de 2025, momento en el que la actual titular, Madison Marsh de Colorado, coronará a su sucesora.
El concurso de belleza, que se celebra anualmente desde 1921, ha luchado por mantener la relevancia cultural que tuvo en una época postfeminista, aunque el caso judicial se deriva de un desacuerdo entre las cabezas de la empresa. ¿Qué pasará finalmente?