En Estados Unidos, el coleccionismo de monedas ha florecido, atrayendo a entusiastas y expertos que buscan no solo adquirir piezas raras, sino también comprender el contexto histórico y social que las rodea.

Desde las monedas coloniales hasta las emisiones contemporáneas, la variedad es asombrosa y el valor de ciertas monedas puede alcanzar cifras extraordinarias en dólares, convirtiéndose en verdaderas reliquias para coleccionistas.

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Un centavo que vale miles de dólares

Entre las monedas que han cautivado la atención de los coleccionistas, destaca un centavo de dólar hawaiano, cuya valoración ha llegado a los 20.000 dólares. Esta pequeña moneda, acuñada en 1847 durante el reinado de Kamehameha III, ha tenido un viaje lleno de sorpresas. Aunque al principio fue mal recibida debido a un error en su diseño, hoy es vista como una pieza histórica de gran importancia.

Conocido como "Keneta", este centavo fue el primer intento del reino hawaiano de establecer su propia moneda, un acto significativo en un momento en que Hawái era aún un reino independiente.

La moneda, fabricada en cobre y con un color marrón oscuro, presenta un retrato del monarca en su anverso y está adornada con inscripciones en idioma hawaiano. Este diseño busca consolidar la identidad cultural de la isla y ha adquirido un valor simbólico que trasciende su función como medio de intercambio.

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Sin embargo, el error ortográfico en las inscripciones causó descontento entre los habitantes locales, lo que afectó su aceptación inicial. A pesar de ello, la moneda continuó en circulación hasta la década de 1880, un periodo marcado por la independencia de Hawái antes de ser anexado por Estados Unidos.

Con el paso de los años, lo que en su momento fue visto como un defecto se ha convertido en un atractivo para los coleccionistas, quienes valoran las imperfecciones que narran una historia única.

En julio de 2023, una de estas monedas hawaianas fue subastada con un grado de conservación excepcional, alcanzando la sorprendente suma de 25.200 dólares. Calificada con un grado de 65 sobre 70 en la escala de clasificación de monedas, su excelente estado la convierte en una pieza codiciada entre los numismáticos.