Películas recomendadas. Netflix: una comedia desopilante e histórica muy recomendable.
(Editado por Pablo González) Netflix: una de las mejoes comedias de la historia, según muchos críticos, está disponible en la plataforma. Este último tiempo creció la demanda de series y películas de Netflix de corta duración que cautivaron al público y también hay lugar para títulos escondidos, el terror, el suspenso y la comedia, esta última de la mano de una producción que vio la luz hace más de 40 años: La vida de Brian.
Los usuarios se preguntan qué ver en Netflix y comienzan a buscar en el catálogo del servicio de streaming sin embarago hay otros títulos que son una joya imperdible.
La vida de Brian se estrenó en noviembre de 1979, es considerada por los críticos del cine como una de las "mejores películas de comedia" de la historia y está disponible en Netflix. El film fue creado por el grupo de comedia británico Monty Python, quienes en la década del setenta se encontraban en la cumbre de su carrera, y durante más de una hora y media le roban a los usuarios más de una carcajada.
El protagonista de la película se llama Brian Cohen, quien nace en un pésebre de Belen el mismo día que Jesús. Desde ese entonces le tocará vivir una vida paralela y llena de similitudes a la del hijo de Dios. Incluso el día de su nacimiento es visitado por los Reyes Magos porque lo confundieron con el "mesías".
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Brian se muestra como un joven idealista que está en contra de la ocupación romana de Judea y que será confundido con el Salvador por parte del pueblo, esto hace que tenga seguidores. Así es como los pasajes de la biblia que cuentan la vida de Jesús se volverán escenas cómicas que tendrán de fondo a una Galilea que se encuentra inmersa en el caos.
Un dato poco conocido sobre la película es que los Monty Python se habían quedado sin financiación para su guión "blasfemo" y en ese entonces el Beatle George Harrinson tuvo que empeñar su casa para crear Handmade Films, y así juntar el dinero que se necesitaba para que la película fuera llevada a las pantallas del cine. Según el documental Ann Accidental Studio, lo único que quería el guitarrista era ir a mirar la película.