El municipio sanjuanino de Caucete ha estado esta semana en todos los medios de prensa del país.
No ha sido esta vez un movimiento de tierra lo que ha puesto a Caucete en el mapa nacional.
Ha sido la actitud irracional del intendente Julián Gil (que representa a Compromiso por San Juan, un desprendimiento del peronismo), quien lo primero que hizo el 10 de diciembre cuando asumió fue rodearse de una corte de parientes en los cargos más expectantes, en un desfachatado ejemplo de nepotismo.
Anote, lector: nombró a su mujer, Patricia Solar, como secretaria de Acción Social, bajo el argumento de que "se ha ganado el cariño de la gente".
Designó a su hija, Gimena Gil, de 19 años, como secretaria de Coordinación del municipio, "porque cuando yo no esté, ella será la que tome las decisiones". Son declaraciones textuales del susodicho.
Su hijo José Gil, de 18 años, y que acaba de terminar el secundario, ostenta el cargo de jefe de Deportes de Caucete. En este caso, la explicación fue que se trata de "un chico sano, que no fuma, y que desde chico ha practicado todos los deportes. Además, dice su progenitor, tiene experiencia porque ha trabajado en la inmobiliaria de la familia.
David Gil, hermano del intendente, es nada menos que el jefe de Compras del municipio. Sí, leyó bien, jefe de Compras. Las razón aludidas por el intendente Gil fue que allí "necesitaba a una persona de mucha confianza".
Ernesto, otro hermano de Gil, fue ungido jefe de Ganadería.
Pero el reparto no termina ahí, ya que su familia es numerosa. Delfina Gil, también hermana, y abogada, es ahora la titular del Departamento Legales de la comuna.
En este último caso, el intendente justificó el nombramiento "en que hay cuidar mucho todo lo jurídico, ya que la anterior gestión exhibió un desmanejo total".
Y el listado continúa.
"¿Y los concejales que deberían controlar esto?", se preguntará usted mientras no sale de su asombro.
Ocurre que la presidenta del Concejo Deliberante es cuñada de Gil.
La sociedad civil de Caucete tiene la palabra.