Cuando el poder del Estado pareciera estar en manos de algún privado.

¡Piedra libre para el empresario que está detrás del secretario!

Por UNO

¿Quién será que financia las campañas no? Cuando empiezo a ver despliegue publicitario alrededor de un candidato por lo general me pregunto de donde habrá salido esa mano generosa que quiere apostar por alguien que quizá sea candidato y que quizá sea gobernador y que quizá algún día le pague la factura del favor que le hizo al candidato por haber apostado dinero para promocionar su nombre. Caso contrario debería pensar que un precandidato saca de su propio bolsillo la fortuna que sale publicitar su cara. Sobran casos de millonarios que se dedican a la política y que se ‘autoapuestan’, el caso vernáculo más claro es el de Francisco de Narváez. Cuando el precandidato es un funcionario del ejecutivo provincial que maneja muchos dineros públicos uno debería preferir pensar que el dinero que gasta en promocionarse sale de su propio bolsillo. Eso pone la discusión en otro foco porque esa sería una presunción sutil de que o el sueldo del funcionario en cuestión es muy alto como para que le sobre o que de algún otro lado salió ese dinero que al candidato le sobra para pagar carteles que ayuden a elevar su autoestima. La cartelería de los estadios de fútbol es onerosa. Tener colectivos y camionetas ploteados con caras y nombres de candidatos no es barato tampoco. Pagar páginas en diarios para darle la bienvenida a la Presidenta sale sus pesos. No vamos a pensar que el precandidato y secretario en cuestión saca de su salario público el dinero para publicitarse porque eso sería imposible. Vamos a suponer también que no lo saca de los dineros públicos porque eso sería un delito. El candidato en cuestión tampoco es millonario con lo cual no podría financiarse su propia timba porque le sobra en el banco. Entonces ¿quién financia al precandidato?Las especulaciones en torno al nombre del apostador abundan. Pero hay sólo una que resulta muy creíble. Al secretario lo unen años de amistad y de prestación de servicios con un importante empresario de matriz bastante diversificada. Un hombre que se ha hecho millonario con varios negocios relacionados con medios de comunicación y empresas de explotación de tierras. Es oriundo de General Alvear pero sus años de crecimiento los ha vivido casi completamente en San Rafael. Tiene una pasión tan grande por la Cuesta de los Terneros que casi casi le pertenece toda. Ama también El Nihuil. Se compró un avión que dicen los que saben que sale unos 12 millones de dólares y que usa el Gobernador cada vez que se lo pide. El empresario decidió jugar fuerte con socios importantes amigos del poder y su relación de años con el secretario sería el secreto del éxito imparable de ambos hombres que se necesitan, se conocen demasiado y que se han sabido acomodar con habilidad al paso de los tiempos políticos. Hasta la próxima.Twitter: @nachorodriguezj