23,36% es lo que vio reducido su poder adquisitivo en los últimos tres años.

La clase media pierde la carrera contra la inflación

Por UNO

Con los sueldos devorados por la inflación, en los últimos tres años el poder adquisitivo de laclase media mendocina se redujo 23,36%. Y aunque este sector social desarrolle estrategias para "

sostener" su pertenencia a ese estatus, los economistas mendocinos no avizoran cambios que en el

mediano plazo frenen su descenso de escalones y le permitan recuperar los niveles que tuvo entre

2003 y 2006.

Para desarrollar el tema en números: en el trienio 2007-2009, el Índice de Precios al

Consumidor (IPC) trepó en líneas generales 70,35%, según la medición elaborada por la consultora

mendocina Evaluecon. Cabe aclarar que en el mismo período el IPC oficial, calculado por la DEIE

(Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza), fue de 35,8%, prácticamente la

mitad del que arrojó la evaluación privada.

Ahora bien, si se analiza el IPC de los productos que consume la clase media, se observa que

el porcentaje de aumento trepó 80,01%. Esta segmentación abarca gastos en: alquiler de vivienda;

expensas; servicio doméstico; mantenimiento, combustible y seguro de vehículo; playa de

estacionamiento o cochera; celular; servicio de TV por cable o satelital; internet; cuota de

medicina prepaga, colegios o universidades privados y clubes deportivos; salidas y esparcimiento

(cine, teatro, restoranes), entre otros consumos.

No obstante, en el mismo período, los salarios no ascendieron a la misma velocidad. En esos

tres años, los sueldos subieron 56,65%. La diferencia en este ritmo de crecimiento arroja un

desfasaje de 23,36% en la capacidad de consumo de la clase media entre 2007 y 2009.

Este crecimiento desparejo de los precios y los salarios también se constata en datos

recientes. Según el IERAL (Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana) de

la Fundación Mediterránea, "entre noviembre de 2009 y febrero de 2010, los precios en Argentina

subieron 2% mensual, mientras que los salarios ascendieron 2% mensual", sostuvo el economista

Gustavo Reyes. Es decir que en sólo cuatro meses el Índice de Salario creció 3,2% menos que la

inflación.

Los datos cobran relevancia si se tiene en cuenta que tras la caída económica que tuvo

Argentina en 2001-2002, "a partir de 2003, la que lideró la recuperación y el crecimiento económico

fue la clase media por su gran nivel de consumo", indicó José Vargas, director de Evaluecon.

"El Gobierno fomentó el consumo, pero esto no se acompañó con un incentivo a la inversión y

con políticas más austeras en los niveles de gasto público. En algún momento el crecimiento iba a

frenarse y comenzó por el lado de los precios. Hacia fines de 2006 se inició un movimiento

inflacionario importante y en 2007 comenzaron a registrarse incrementos por encima del 30% en

muchos productos", explicó el economista.

Según resaltó: "Esa inflación impactó fuertemente sobre la clase media, porque consume bienes

específicos, que son los que más aumentaron. En cambio, la clase alta tiene, además de otros

ingresos, otras alternativas de financiamiento y los productos que consume no son masivos, por lo

que tienen un incremento de precios menor".

Estrategias de pertenencia

Cuando el bolsillo comienza a sufrir, inmediatamente la clase media desarrolla estrategias

que le permitan mantener su pertenencia a ese sector, al menos en apariencia. Estos cambios de

hábitos dependen de en qué lugar de la pirámide se encuentre el grupo familiar, pero todos apuntan

a hacer rendir el dinero lo más posible.

El segmento que tiene una mínima capacidad de ahorro ha decidido invertir en bienes durables

(como electrodomésticos o automóviles, en algunos casos) comprados vía financiación. Esto se debe a

que "a la gente hoy no le conviene ahorrar en el banco, porque la tasa de interés de los plazos

fijos es menor que la tasa de inflación. Por eso, prefiere consumir hoy, ya que el interés que

obtiene en el banco es mucho menor que lo que suben los precios", destacó Reyes.

En tanto, los segmentos que se encuentran más cerca de la base de la pirámide restringen y

modifican ciertos consumos. "Lo primero que se resiente es el esparcimiento. Si se iba al cine tres

veces al mes, ahora se va una. Disminuye el nivel de gasto, aunque no lo elimina totalmente, porque

la clase media mendocina es muy conservadora y le duele mucho disminuir estratos sociales. De esta

manera, sigue sintiendo que pertenece a este sector", señaló Vargas.

Otra de las estrategias que adopta es "buscar segundas marcas (ya sea en alimentos como en

indumentaria) que satisfagan la misma necesidad, pero que sean más baratos. Si pagaba antes una

cochera, ahora usa playa. Si antes iba al supermercado el fin de semana, ahora va dos o tres veces

para aprovechar las ofertas y además camina más en búsqueda de precios. Esto tiene un costo que los

economistas llamamos 'el costo suela de los zapatos'".

De esta manera, la clase media prefiere "resignar calidad" en el consumo de algunos productos

para tener un resto de dinero que le permita solventar gastos tipo club, gimnasio o colegio

privado, actividades que permiten seguir perteneciendo.

Clase media era la de antes

A diferencia de sus colegas, el economista Sebastián Laza, docente de la Fundación

Universitas, prefiere hablar de una "pauperización" de la clase media si a ésta se la analiza en el

largo plazo.

"Hasta principios de los '80, con el trabajo de uno de los cónyuges, que generalmente era el

padre, alcanzaba para mantener el hogar. Hoy tienen que trabajar los dos y a duras penas logran

reunir los 4 a 5 mil pesos que una familia tipo necesita para llegar a fin de mes. Si se comparan

las décadas de los '70-80 con el momento actual, sí se evidencia una pauperización, pero si se

comparan la era K con la era Menem, se observa una mejoría de la clase media", precisó.

Basado en un estudio que compara la distribución de ingresos desde 1990 a 2008, el economista

indicó que "entre 2004 y 2008, el reparto de ingresos para la clase media mejoró y recuperó

casilleros respecto de la clase alta, más allá de que en 2009 y lo que va de 2010 se advierta un

empeoramiento ".

En esto coincide el sociólogo Juan Carlos Aguiló, aunque no está de acuerdo con que "en el

último trienio haya habido un deterioro de la clase media, porque de 2003 a esta parte ha habido

recuperación del salario".

Para Aguiló, "Argentina se empobreció hace 20 años, cuando apareció el fenómeno que los

sociólogos caracterizaron como los 'nuevos pobres'. Esa clase media empobrecida en algún momento

contó con algún capital (de infraestructura y cultural), pero por sus niveles de ingreso se fue

quedando rezagada y formando partes de ese universo".

Nadie quiere estar afuera

Algunos sectores de la población mendocina, que por niveles de ingreso o patrones de consumo

no podrían ser clasificados técnicamente como sectores medios, "suelen autodefinirse como clase

media", explicó el sociólogo Juan Carlos Aguiló, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y

Sociales de la UNCuyo.

Este dato llamativo surge de las mismas encuestas y en él coinciden tanto Aguiló como José

Vargas, de Evaluecon.

"Cuando se le pregunta a la gente a qué clase pertenece, es normal que, con un ingreso

familiar de entre 3.000 y 4.000 pesos, responda que pertenece a la clase media. Aunque nosotros

notamos que con ese nivel de ingresos y con una inflación elevada se le hace difícil pertenecer a

ese segmento en términos cuantitativos. Esto habla a las claras de la intención de esa familia de

no dejar de pertenecer a este sector social", indicó Vargas.

Para Aguiló, esta "ambición o aspiración de autodefinirse como clase media,

independientemente del deterioro que puedan haber sufrido, se relaciona con lo que en el imaginario

colectivo significa en Argentina 'ser parte' de esa clase media importante que en algún momento

tuvo este país".

Pero ¿cómo se define la clase media? "En términos cualitativos, las fronteras no son tan

claras", explicó Aguiló, pero "la posibilidad de contar con un ingreso monetario estable, ya sea en

una relación de dependencia o por cierta regularidad en esos ingresos, tener cobertura de salud

(obra social) y aportes jubilatorios son los elementos que hacen que la gente se autodefina como de

clase media".

Pero también son elementos importantes ser propietario de una vivienda y al menos de un

vehículo y acceder asimismo a ciertos servicios o prestaciones como "la TV por cable e internet o

la educación privada de los hijos en colegios con cuotas subsidiadas por el Estado", sostuvo el

sociólogo.

Nadie quiere estar afuera

Algunos sectores de la población mendocina, que por niveles de ingreso o patrones de consumo

no podrían ser clasificados técnicamente como sectores medios, "suelen autodefinirse como clase

media", explicó el sociólogo Juan Carlos Aguiló, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y

Sociales de la UNCuyo.

Este dato llamativo surge de las mismas encuestas y en él coinciden tanto Aguiló como José

Vargas, de Evaluecon.

"Cuando se le pregunta a la gente a qué clase pertenece, es normal que, con un ingreso

familiar de entre 3.000 y 4.000 pesos, responda que pertenece a la clase media. Aunque nosotros

notamos que con ese nivel de ingresos y con una inflación elevada se le hace difícil pertenecer a

ese segmento en términos cuantitativos. Esto habla a las claras de la intención de esa familia de

no dejar de pertenecer a este sector social", indicó Vargas.

Para Aguiló, esta "ambición o aspiración de autodefinirse como clase media,

independientemente del deterioro que puedan haber sufrido, se relaciona con lo que en el imaginario

colectivo significa en Argentina 'ser parte' de esa clase media importante que en algún momento

tuvo este país".

Pero ¿cómo se define la clase media? "En términos cualitativos, las fronteras no son tan

claras", explicó Aguiló, pero "la posibilidad de contar con un ingreso monetario estable, ya sea en

una relación de dependencia o por cierta regularidad en esos ingresos, tener cobertura de salud

(obra social) y aportes jubilatorios son los elementos que hacen que la gente se autodefina como de

clase media".

Pero también son elementos importantes ser propietario de una vivienda y al menos de un

vehículo y acceder asimismo a ciertos servicios o prestaciones como "la TV por cable e internet o

la educación privada de los hijos en colegios con cuotas subsidiadas por el Estado", sostuvo el

sociólogo.