Estas herramientas son capaces de analizar el genoma completo para detectar regiones donde hay inversiones (alteraciones que pueden o no derivar en patología) y analizarlas respecto a enfermedades comunes usando datos existentes de individuos estudiados.
El experto en bioinformática Juan Ramón González, investigador del CREAL, explicó que "hasta ahora este tipo de estudios eran muy costosos ya que no existían métodos para analizar de forma masiva las inversiones genómicas en poblaciones grandes".
Los resultados muestran que la región genómica analizada varía según el continente de donde proceda la persona.
Por su parte, Luis Pérez-Jurado, investigador de la UPF, aclaró que "se trata de un ejemplo de cómo las variaciones del genoma se pueden seleccionar en función de la adaptación de los seres humanos a su entorno, en este caso, las necesidades metabólicas en relación al clima".
Fuente: Télam