El gobernador demostró enojo con los cuestionamientos hacia el amparo en la investidura que usó como argumento la Casa de Gobierno en su ausencia para explicar la detención de la profesional que presta servicios al Sindicato de Judiciales de la provincia. “A mi no me pueden acusar de no defender los derechos humanos, yo jerarquicé la Dirección de Derechos Humanos transformándola en Subsecretaría, fui el primer gobernador que se reunión con la agrupación Hijos”, se defendió Pérez.
Y cuando le repreguntaron por la situación judicial de Elena Ríos insistió en que él no tuvo nada que ver con la radicación de la denuncia en contra de la psicóloga en la Justicia de Faltas, en donde se abrió una investigación que hasta ahora no tiene pruebas sustentables en contra de la mujer. La única posibilidad de que avance esa causa es que Paco Pérez o su coordinador de Gabinete, Eduardo Bauzá, declaren que la denunciada violó el Código de Faltas cuando le pidió al mandatario que no habilite proyectos mineros en Mendoza.