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El campeón argentino no vidente de esta práctica será el nexo para que los chicos aprendan.

Con tableros adaptados, escuelas especiales incluyen el ajedrez

Por UNO

El ajedrez no sólo sirve para ejercitar el pensamiento y sumar recursos cognitivos. Dicen quienes saben que ese juego de estrategia genera habilidades sociales como la superación personal. El que lo practica con frecuencia puede aprender a resolver situaciones que, llevadas al plano de la vida, se traducen en solucionar conflictos de una manera alternativa.

Juan Carlos Montenegro (32) comprobó que a partir del ajedrez todo eso es factible y no se quedó con la satisfacción de convertirse en el que mejor juega en el país en la categoría ciegos.

Ahora participa en un proyecto que aportará recursos para que esta práctica, que está en las escuelas comunes de Mendoza, llegue también a aquellas a las que asisten chicos con discapacidad visual y otras problemáticas asociadas.

Tableros y fichas adaptadas (con desniveles y relieves para identificarlos) y software libre –pueden ser usados en las netbooks con lectores de pantalla para que los estudiantes que no ven también jueguen en su casa– entregó ayer la Dirección General de Escuelas (DGE). La experiencia piloto del “ajedrez inclusivo” se concretará en tres instituciones (Hellen Keller de Godoy Cruz, Alberto Juaire de San Martín, y la Club de Leones de Tunuyán).

Después pretenden extenderlo al resto de las escuelas especiales.

Los alumnos se prepararán en esta etapa para alcanzar una meta no menor. Se anunció también que Mendoza será, en setiembre, por primera vez sede del torneo nacional de ajedrez escolar, en el que competirán unos 1.500 chicos de todo el país e incluirá a los estudiantes con discapacidad.

Quiere viajar a Colombia

Juan Carlos fue parte del acto ayer y recibió las felicitaciones de las autoridades. Incluso hizo frente a ellos una demostración de cómo se maneja esa actividad lúdica por internet, con un lector de pantalla que relataba cada movimiento y jugada. Es el miembro de lujo de un grupo de asesores de este proyecto que encara a la DGE, que integran también Enrique Verdini (29) –el psicólogo que coordina el Programa de Ajedrez Inclusivo– y la docente Carolina López (26), responsable de aplicar el juego con estrategias pedagógicas.

“Es la actividad más inclusiva que conozco, porque hoy puedo compartir una partida con cualquier persona. Me enseñó muchas cosas, como desarrollar mi pensamiento”, dice Montenegro, quien este año se convirtió en el mejor de su categoría, en un torneo nacional organizado por los Ajedrecistas Ciegos Unidos de Argentina (ACUA), la única entidad que nuclea a expertos con problemas visuales.

Juan Carlos estudió en una escuela común hasta tercer grado y después, dado que en la época en que cursó no habían maestras que pudieran integrarlo, ingresó a la Hellen Keller de Godoy Cruz. Aprendió a leer y a escribir con el método normal de enseñanza hasta que en la adolescencia su dificultad visual se agudizó y la pérdida de visión fue total. Ahí se introdujo en el Braille.

“El ajedrez siempre fue una inquietud, juego desde los cinco años y a medida que me profesionalicé fui superando instancias”, comparte este lasherino que tiene cuatro hijos con una docente especial, a quien conoció hace ocho años. “Así como afrontás el ajedrez podés enfrentarla vida”, dice, y luego admite que esa práctica invisibilizada por muchos es visible, paradójicamente, para ellos.

Y al respecto añade que en Argentina hay jugadores de buen nivel pero que el ajedrez no cuenta con el reconocimiento que merece y los recursos para que quienes lo ejercen crucen fronteras. “Este año, a fines de octubre, hay un torneo internacional en Colombia, pero no poseo los medios para viajar”, dejó en el aire Juan Carlos, deuda que anotó el gobernador Francisco Pérez, quizás para encontrarle solución.

“Iguala, para arriba”

“El programa ya está en 260 establecimientos mendocinos y llegó a unos 20.000 estudiantes. Pero además de los juegos convencionales para escuelas comunes entregamos otros tableros adaptados para que quienes padecen ceguera puedan identificar con el tacto las piezas y disputar un partido con alguien que ve. De esto se trata la inclusión, de integrarnos al mismo nivel”, explicó la titular de la DGE, María Inés Abrile de Vollmer.

Con las presencias del gobernador Francisco Pérez y el secretario de Educación de la Nación, Jaime Percyk, aprovecharon la ocasión para el lanzamiento de los kits multimedia para ampliar el uso de las netbooks en educación especial.

“Esto iguala, pero para arriba”, dijo el gobernador, intentando evocar la frase tan usada de “nivelar para arriba”, mientras la autoridad nacional subrayó la importancia que el ajedrez tiene entre los alumnos: “Su valor educativo es generar autodisciplina, fortalecer la autoestima.

Hay chicos que no pueden aprender a leer y escribir, pero introduciéndose en esta práctica mejoran sus capacidades cognitivas”.