Una víctima del paludismo. Tras una gira por Zaire, los equipos de Temperley y Talleres de Córdoba regresaron al país con tres infectados por el paludismo. El mendocino Benito Valencia, Miguel Oviedo y Oscar Suárez, quien murió.

Mosquito fatal

Por UNO

El muchacho de 23 años que tenía la esperanza de jugar muchos años al fútbol profesional apenas llegó de Zaire, donde Temperley había hecho una gira, comenzó a sentir escalofríos, también le subía la fiebre, con mucho sudor y con intensos dolores de cabeza.

Los médicos comenzaron a hacerle estudios, para determinar que tenía paludismo.

Según los términos científicos, el paludismo es una enfermedad parasitaria muy grave, que se produce por esporozoarios del género Plasmodium y es transmitida al hombre a través de la picadura del mosquito Anopheles.

A Oscar Suárez lo debilitaban las náuseas, los vómitos, la tos y además defecaba con sangre. Era el verano de 1976, cuando Talleres de Córdoba y Temperley, que estaban en primera división, habían realizado una gira por Zaire. En un recuerdo de la página web En una baldosa se dice: “Los argentinos fueron bien recibidos, como si fueran integrantes de los equipos más poderosos. Los hospedaron en una quinta residencial y les dieron todas las comodidades posibles. Incluso, el presidente Mobutu se entusiasmó tanto que mandó a llamar al seleccionado local con un avión para que mida fuerzas con Temperley”.

En partidos amistosos, el equipo local Vita le ganaba a Temperley por 2 a 1, mientras que Talleres superaba a Imana por 1 a 0. Luego los cordobeses vencía 1 a 0 a Vita y la selección zaireña goleaba a Temperley 4 a 1.

Luego jugaron por la Copa República de Zaire e igualaron los argentinos 3 a 3 e Imana le ganaba 2 a 1 a Vita. Después Temperley y Vita empataban 2 a 2 y, en la final, los cordobeses vencieron 3 a 2 a Imana y levantaron el trofeo.

De vuelta al país fueron tres los jugadores que tuvieron síntomas de paludismo o malaria, pero como depende del mosquito transmisor, los síntomas fueron distintos. El mendocino Benito Valencia, surgido en Guaymallén que jugó en Argentino y San Martín y varios equipos de primera división, estaba en Temperley y fue uno de los que tuvo problemas. No fueron tan graves como los de su compañero Suárez.

También Miguel Oviedo, de Talleres, fue otro de los que contrajeron la enfermedad. Dos años después, Oviedo integraba el plantel de la Selección argentina que ganaba el Mundial ‘78.

En cambio, Suárez continuaba con los dolores musculares, tenía problemas de coagulación sanguínea, shock, insuficiencia renal y hepática, a medida que los trastornos del sistema nervioso central lo volvían loco del dolor.

Los científicos dicen que “anualmente se dan entre 300 y 500 millones de casos en el mundo, la mayoría de ellos en África Subsahariana, y cerca de 1 millón de muertes en niños”. En África, América Central, sudoeste de Asia y norte de Sudamérica está considerada una enfermedad endémica. Es más común en los climas tropicales y húmedos.

Los días de enero en Kinshasa le dejaron el paludismo que maduró en el cuerpo del Negro Suárez. Mientras que Valencia y Oviedo rechazaron la enfermedad.

La fiebre y los escalofríos se le repetían de forma cíclica hasta que toda la maldad de la malaria le consumió el cuerpo a Suárez.

El 19 de febrero de 1976 moría Oscar Suárez, un jugador de fútbol de Temperley, provincia de Buenos Aires, que fue picado por un mosquito en África. Una historia triste y con final más triste todavía.

69 goles hizo en Primera

El mendocino Benito Valencia jugó 189 partidos en la primera división y consiguió 69 goles. Jugó en San Martín (Mendoza), Atlanta, Ferro, Temperley y San Martín (Tucumán).

De la gira

El periódico La Voix du Zaire publicó: “Dotados de una técnica remarcable, los argentinos brindaron una exhibición de alto vuelo futbolístico”.

También ese diario exaltaba el fútbol de los cordobeses y decía: “Después de la visita del Santos de Pelé, nunca habíamos visto tan buen fútbol como con Talleres”.

Otro periodista expresó: “Dígale al hombre de los cabellos negros y largos que él es el Dios del fútbol, que nos ha deslumbrado tanto como Pelé”, refiriéndose a Luis Ludueña.

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Recuerdo. Oviedo con dos zaireños y, abajo, Talleres festejando.
Recuerdo. Oviedo con dos zaireños y, abajo, Talleres festejando.
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Temperley. El primero de abajo es Suárez y el último es Benito Valencia.
Temperley. El primero de abajo es Suárez y el último es Benito Valencia.