El mate es la infusión tradicional argentina, y son muchas las personas que cometen un grave error al momento de disfrutarlo: mueven insistentemente la bombilla de este, desconociendo lo negativo de todo esto y siendo algo que afecta tanto al sabor como a la preparación del mismo.
La yerba del mate no debe ser movida hasta que la infusión se acabe o se cambie la yerba
En el contexto social del mate, el hecho de remover la bombilla de este puede ser considerado incluso una falta de respeto hacia quien cebó.
Por qué no se debe mover la bombilla del mate
En la explicación detallada, uno de los motivos por el que la bombilla del mate debe permanecer quieta es para que la infusión no se tape.
Al mover la bombilla, se puede desplazar la yerba y obstruir la entrada o salida de agua, provocando este problema. Además, la estructura de la yerba, en el caso de tenerla, puede romperse completamente.
Por otro lado, al mover la yerba y exponerla a más agua, se acelera el proceso de lavado, haciendo que el mate pierda su sabor más rápidamente. Esta es quizás la parte más grave a la hora de cometer el error mencionado.
Una vez que la bombilla está ubicada en su lugar y se ha cebado el mate, se recomienda no moverla hasta que se haya terminado de tomar ese mate o hasta que se haya agotado el sabor. Recién ahí mover la misma es válido para que la infusión siga girando.
Por último, como se dijo antes, el hecho de que una persona mueva la bombilla del mate puede ser considerado como una falta de respeto, ya que se entiende como que está despreciando la infusión preparada por el cebador.
Qué significa la espuma en la yerba mate
Más allá de lo estético, lo cierto es que el hecho de que salga espuma de la yerba mate es una buena señal con respecto a la calidad del producto.
En lo cotidiano, algunas personas creen que un mate espumoso es un mate bien cebado, lo que podría indicar aprecio hacia la persona a quien se le sirve.
La espuma en el mate es un fenómeno natural causado por las saponinas de la yerba, y también puede interpretarse como un signo de buena calidad y de un mate bien preparado. Algo así como lo contrario al famoso mate lavado.