Durante el verano es muy común que coloquemos flores frescas de nuestro jardín en floreros o recipientes con agua. Existe un simple truco casero para mantener las flores en agua por más tiempo y que el aroma dulce perdure en nuestros ambientes.

Mi jardín está repleto de flores aromáticas coloridas y muy cuidadas. Cuando llega la primavera y el verano, suelo cortar con cuidado algunas flores de jazmín y colocarlas en un recipiente de vidrio con agua dentro de casa. El olor a estas flores blancas se impregna por todos lados, pero, a los pocos días mueren y hay que desecharlas.

Investigando, descubrí un truco casero perfecto para que las flores de jazmín y otras especies no se marchiten tan rápido, de esta forma también evitamos cortar y cortar flores sin sentido.

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Cuanto duran las flores una vez cortadas

La duración de las flores en agua puede variar dependiendo de la especie, la temperatura del ambiente, el estado del agua y el sector que se encuentre en contacto con el agua del florero. Con los cuidados adecuados, un ramo de flores frescas puede durar una semana aproximadamente.

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Para tu tranquilidad, cuando las flores se secan o marchitan, no es necesario desecharlas. Puedes secarlas y utilizarlas para decoración, separadores, adornos y artesanías.

Truco casero para que las flores duren más tiempo en agua

El punto principal y más importante es que, no solo el tallo debe estar en contacto con el agua, existe una parte de las flores que se llama receptáculo y es la parte superior del tallo encargado de sostener los pétalos. El receptáculo debe tener contacto directo con el agua ya que de esta forma ''reparte'' de forma uniforme la hidratación a la flor completa.

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Para que las flores duren más tiempo en agua, te recomiendo este truco casero paso a paso y una serie de recomendaciones útiles y sencillas:

  • Cuando vayas a cortar las flores, hazlo desde el tallo en forma diagonal con tijeras o un cuchillo afilado, de esta manera aumentamos la superficie de absorción del agua.
  • Coloca las flores en un florero de cristal con agua templada, no fría. Cambia el agua cada dos días o cuando la veas turbia. Procura que el agua entre en contacto con el tallo y el receptáculo, no con los pétalos.
  • Coloca las flores en un lugar fresco, lejos de luz solar directa, corrientes fuertes de aire o calores intensos.
  • Cada dos o tres días pulverizar los pétalos con un poco de agua.
  • Procura que las hojas no queden dentro del agua. Pueden pudrirse y generar bacterias.
  • Puedes colocar un poco de azúcar en el agua para alargar la vida y belleza de tus flores.

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