Durante más de una semana, el perdido Vladislav Duda caminó por territorios inhóspitos junto a su pequeño gato Peach, hasta que quedaron atrapados en un profundo barranco de montaña en la región norte de Maramures, donde las temperaturas descendieron a 14 grados Fahrenheit.
Sumergidos en la oscuridad y el frío extremo, la dupla de perdidos se acurrucaron juntos mientras la tormenta de nieve arreciaba sobre la zona, convirtiendo cada minuto en una lucha por la supervivencia en medio del clima hostil.
Una misión contra el tiempo en la montaña
Decenas de trabajadores del servicio de rescate de montaña de Maramures se movilizaron para encontrar al hombre y su mascota, enfrentando condiciones climáticas tan adversas que el primer intento de evacuación en helicóptero debió ser abortado.
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El hombre estuvo perdido en la montaña junto a su gato.
Los equipos de rescatistas hallaron a Duda "empapado y congelado" en un barranco de 437 yardas de profundidad, con síntomas severos de hipotermia que pusieron en riesgo su vida durante las largas horas de espera.
Dan Benga, director del servicio de montaña de Maramures, reveló que al encontrar a Duda, su única preocupación era el bienestar de Peach: "Lo único que vimos que le importaba era el gato, no se preocupaba por sí mismo".
El rescate desde el barranco tomó más de cinco horas, durante las cuales Peach permaneció firmemente aferrado al pecho de su dueño "hasta que lo pusimos en la ambulancia", según relató Benga a la prensa.
El poder del vínculo
"Lo que recuerdo es el miedo a lo desconocido y el miedo a no sobrevivir la noche", expresó el perdido, quien actualmente recibe tratamiento por hipotermia severa en un centro comunitario para refugiados ucranianos.
Las condiciones del rescate resultaron especialmente desafiantes para los equipos de emergencia, que debieron enfrentar temperaturas extremadamente bajas y una visibilidad prácticamente nula debido a la intensa tormenta de nieve que azotaba la región.
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Entre la nieve profunda que cubría el terreno accidentado, los equipos de montaña tuvieron que descender por un barranco de 437 yardas para alcanzar a Duda y su mascota, una operación que se complicó aún más por la imposibilidad de utilizar apoyo aéreo debido al clima adverso.
"Es como un sueño, después de todo lo que pasé, solo esperaba ser encontrado y sobrevivir", compartió Duda, quien insiste en que el calor de su mascota mantuvo viva tanto su temperatura corporal como su esperanza durante las horas más oscuras.
Izabella Kiskasza, responsable del centro comunitario para refugiados ucranianos en Maramures, supervisa la recuperación de ambos rescatados mientras Duda recibe medicación antiinflamatoria y tratamiento para mejorar su circulación sanguínea.
El pequeño gato recibió atención veterinaria en Baia Mare el 9 de diciembre y, según los especialistas, logrará una recuperación completa junto a su devoto compañero humano.
