Las vacaciones de invierno 2025 dejaron un escenario desigual en el mapa turístico argentino. Según un relevamiento de CAME, viajaron 4,3 millones de turistas, con una estadía media de 3,9 días y un gasto promedio diario estimado en $89.000. La mayoría de las provincias tuvo menos movimiento que el año anterior, afectadas por la inflación, el poder adquisitivo y un tipo de cambio menos favorable que redujo el turismo internacional.
San Juan tuvo mucha concurrencia turística en las vacaciones de invierno.
En ese contexto, San Juan se destacó como uno de los diez destinos más elegidos del país, con altos niveles de ocupación y un impacto económico que sorprendió incluso a los operadores locales. Durante la primera semana del receso invernal, la provincia vecina registró un movimiento económico de $2.502 millones, con picos del 75% de ocupación en el Gran San Juan y hasta 80% en Calingasta.
Uno de los momentos más convocantes fue la presentación de Los Pumas, que reunió a unos 9.000 turistas, incluyendo visitantes extranjeros provenientes de Inglaterra, España y Chile. El evento deportivo potenció la llegada de público a hoteles, bares y puntos turísticos, generando un fuerte empuje para el turismo local.
Además, la segunda semana del receso marcó una suba importante en la afluencia de visitantes, especialmente de provincias como Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, los principales emisores de turistas hacia San Juan.
Más de 500 actividades con sello sanjuanino
Desde el Ministerio de Turismo provincial destacaron la organización de más de 500 propuestas culturales, gastronómicas y recreativas en todo el territorio. Entre las más convocantes estuvieron los paseos al Dique Punta Negra, los sunsets en bodegas, degustaciones en la Noche de las Fábricas, espectáculos gratuitos y experiencias en la Ruta del Olivo.
También hubo actividades tradicionales como sopaipillas y mate cocido en la Casa de Sarmiento, que generaron cercanía con los visitantes. El turismo aventura y de naturaleza también fue protagonista: Calingasta, Iglesia, Valle Fértil y Jáchal tuvieron buenos niveles de ocupación con propuestas en entornos naturales como Ischigualasto (Valle de la Luna), Pampa del Leoncito, Dique Ullum y Cuesta del Viento.
Los deportes al aire libre como windsurf, parapente y kayak también fueron parte de la oferta. Además, se promovieron circuitos temáticos como la Ruta de los Molinos Harineros y la Ruta Sanmartiniana, que incluyó cabalgatas recreativas por tramos del Cruce de los Andes.
Turismo de cercanía y visitas por el día
Un dato que también marcó la diferencia fue la alta participación de turistas de provincias vecinas, muchos de ellos realizando visitas por el día. Este fenómeno, impulsado por la cercanía geográfica y los costos contenidos, permitió una circulación fluida de visitantes en restaurantes, parques y actividades públicas.
Si bien el escenario turístico nacional mostró señales de retracción, San Juan logró sostener la demanda y atraer turistas con propuestas variadas, planificación y eventos estratégicos. La combinación de naturaleza, cultura, deporte y tradición permitió amortiguar el golpe de la crisis, y posicionar a la provincia como una opción fuerte para el turismo interno, incluso en tiempos difíciles.