Casco frío

Quimio: cómo no perder el pelo durante el tratamiento

Paula Estrada tuvo cáncer de mama y se realizó quimioterapia. Para no perder el pelo, puso manos a la obra y creó un objeto para evitar la caída del mismo

Si padecés cáncer y tenés que someterte a una quimioterapia, es muy probable que pierdas el pelo. La potencia de los medicamentos dañarán tus folículos pilosos y el tratamiento te producirá alopecia, que es la caída anormal del cabello.

Incluso, además de padecer calvicie en tu cabeza, podrías perder el pelo de las pestañas, cejas, el vello de tus axilas, etc.

El cambio casi repentino de tu aspecto físico, producirá una angustia muy grande y tu estado anímico no será el mejor.

Este problema, que sigue siendo un duro obstáculo a nivel mundial, parece haber quedado en el pasado luego de un descubrimiento casero.

Paula Estrada es de La Plata y reside en la localidad de Martínez, partido de San Isidro (Buenos Aires). En el 2009 le extirparon una mama por metástasis.

Su oncólogo le dijo que tenía que comenzar con las sesiones de quimioterapia y Paula, que en ese entonces se desempañaba como diseñadora gráfica, no le gustó para nada lo que le decía el especialista.

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Paula Estrada se ha convertido en una gran referente de muchas personas.

Paula Estrada se ha convertido en una gran referente de muchas personas.

Decidida a afrontar los efectos de los medicamentos, que además de una casi segura caída del pelo, le traería otras consecuencias como vómitos, diarrea, náuseas y fatiga, Paula no se quedó de brazos cruzados y decidió indagar por su cuenta para evitar la pérdida de su cabello.

Casco frío

Paula Estrada (51 años), que hoy en día es Coach Ejecutivo, decidió indagar y comenzó manos a la obra con un invento casero. Consiguió geles azules, de esos que utilizan mucho los deportistas para los golpes y los ubicó estratégicamente dentro de un casco, pegados con cinta. Al ser maleables, cuando se congelan a -20 grados, se amoldan muy bien a la cabeza de uno, más allá de que cuando ingresan al freezer, disminuyen un poco su tamaño. Paula recomienda que se utilicen cinco geles, tres largos y dos cortitos, para formar el ya famoso Casco Frío.

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El Casco Frío, un invento que llegó para quedarse.

El Casco Frío, un invento que llegó para quedarse.

Casi sin pensarlo, el método implementado por Paula comenzó a dar sus frutos y hoy en día es una verdadera referente de muchas mujeres que vivieron lo que a ella le tocó vivir.

-¿En qué consiste el método de Casco Frío?

-Los Cascos Fríos trabajan por vasoconstricción y congelan el folículo del pelo para que la medicación no llegue hasta ese punto, evitando que el pelo se caiga. Esto está comprobado científicamente e inclusive está aprobado por la FDA americana (Administración de Medicamente y Alimentos de los Estados Unidos), ya que la medicación llega a todo el cuerpo y no al cuero cabelludo. No existe incidencia en el mundo de cáncer de cuero cabelludo y es por eso que está aprobado por la FDA.

-¿Cómo fueron las primeras reacciones de los oncólogos? ¿Respaldan este método en la actualidad?

-Cuando yo lo inventé para mí en el 2009, mi oncólogo me apoyó, pero no creía que me iba a dar resultado. No me dijo ‘no va a funcionar’… me dijo ‘cada uno prueba durante el tratamiento oncológico diversas cosas... probalo si queres’. Cuando uno recibe la quimioterapia, a los 15 días, el cabello se cae completamente. Cuando hice mi primera sesión de quimio, a los 21 días, llegué a mi segunda sesión y yo seguía con todo mi pelo. Mi oncólogo me empezó a mirar y me preguntó si me había hecho la quimio... Ahí empezó a ver que me daba resultado. Hice mis 12 sesiones de quimioterapia con todo el pelo. Cuando terminó, mi oncólogo me empezó a decir que estaba atendiendo a una chica muy joven, que no quería hacer la quimioterapia porque se le iba a caer el pelo y tenía hijos muy pequeños, y no quería que la vieran en ese estado. En su momento, él me había dicho que, generalmente, cuando uno termina el tratamiento oncológico, se quiere olvidar de lo que vivió. Yo le dije que no me quería olvidar, quería hacer con esto algo que no sea solamente para mí, sino también para otras personas. Entonces me empezó a contactar con sus pacientes que no querían que se les cayera el pelo. Ahí empezó todo. Le puse nombre “QUIMIO CON PELO ”. Él empezó a apoyarme y luego se sumaron otros oncólogos. En Buenos Aires, aproximadamente un 70 por ciento de los oncólogos te dicen que uses el casco. Lo ven como una posibilidad para que los pacientes puedan elegir. Creo que la imagen durante un tratamiento es muy importante, porque determina un poco como vos estas mirando lo que te pasa.

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El frío congela los folículos del pelo y los medicamentos no llegan a ese punto.

El frío congela los folículos del pelo y los medicamentos no llegan a ese punto.

-Sos una referente de muchas personas...

-Cuando me dijeron que tenía cáncer, el mayor shock que tuve fue cuando mi oncólogo me dijo que se me iba na caer el pelo. Por eso inventé el casco. Contra viento y marea, me propuse decir que no se me iba a caer el pelo y mi oncólogo no ponía buena cara. Desde mi experiencia, viví mi quimioterapia como si nada. Me iba a almorzar y trabajar. Hice mi vida totalmente normal. Siempre digo que uno determina cómo quiere que le pegue todo en la vida. Si vos te comés un plato de milanesas con huevos fritos y papas fritas, pensando en que va a dar una patada en el hígado, seguramente te va a caer mal. Si vas a la quimio pensando que te va a caer mal, te va a caer mal. El cuerpo y el cerebro determinarán que eso suceda. Hablo con personas permanentemente y les digo que si van a seguir esperando que esto te haga mal, no dudes en que te hará mal. Tenés que poner el foco en otra cosa, como cuidar tu cabello.

Furor en las redes

"Se generó una red de amigos que te ayudan a cambiar el casco y llevar las heladeras. Te enfocas en el pelo y no en la quimioterapia. Tenemos grupos en todo el país. Publicamos las experiencias de cada chica en las comunidades de cada provincia de QUIMIO CON PELO. Las personas que pasan por quimioterapia les pasan cosas y cuando estás en un grupo que les pasan cosas muy similares, te sentís mucho más acompañado que cuando le contás tu experiencia a un amigo, que no entiende lo que estás viviendo, bueno o malo. Nosotras nos reímos de la quimioterapia. Algunas dicen ‘estoy recibiendo mi campari’ y otras mi ‘aperol’, pero están recibiendo su quimioterapia. Es una mirada general y compartida, que ayuda a superar el cáncer. Es una red de contención amorosa y de mensaje positivo. Me siento una referente (dice más que emocionada). Me siento muy agradecida de haber pasado por esta situación y poder acompañar a las personas para que la puedan pasar mejor, que no quiere decir que no van a transitar por una enfermedad. Viene y se va y la cabeza en este proceso ayuda un montón", expresó Paula.

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Paula Estrada asegura sentirse muy "agradecida" por todo lo que vivió.

Paula Estrada asegura sentirse muy "agradecida" por todo lo que vivió.

"Es muy importante que la gente que está transitando un cáncer, elijan con quién transitarlo. Hoy en día, los tratamientos son cada vez más avanzados y tienen menos efectos colaterales. Se puede convivir perfectamente con cáncer, como se vive con diabetes y otras enfermedades. No hay que tenerle miedo a la palabra cáncer. Siempre se puede", finalizó.

La palabra de un especialista

“Es una alternativa, pero el nivel científico de evidencia actual es bajo para recomendarlo, aunque se encuentra incluido en las guías oncológicas. La efectividad es variable y tiene sus efectos colaterales. Otro punto es la logística para implementarlo en tiempos de Covid-19. No lo cubren las obras sociales y el casco fabricado no siempre es tan efectivo”. Jorge Ibarra - Jefe del Servicio de Oncología del Hospital Lagomaggiore y director Médico de la Fundación COIR.

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Un grupo de mujeres posan orgullosas con el Casco Frío.

Un grupo de mujeres posan orgullosas con el Casco Frío.

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