Una de las costumbres o acciones más comunes en las personas es arrancarse los cueros o pellejos de los labios. Esta acción no solo puede lastimar nuestros labios, sino que además trae consigo una curiosa interpretación.
Una de las costumbres o acciones más comunes en las personas es arrancarse los cueros o pellejos de los labios. Esta acción no solo puede lastimar nuestros labios, sino que además trae consigo una curiosa interpretación.
No importa si te arrancas los pellejos o cueros con los dientes o con los dedos, esta acción tiene un significado desde la descodificación. A continuación te explicamos de qué trata.
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Este acto puede interpretarse principalmente como una manifestación de un conflicto relacionado con la comunicación y la expresión de la persona que lo realiza.
Este tipo de acción podría estar asociado con dificultades para expresar lo que uno siente o piensa, o incluso puede significar miedo a hablar o comunicar algo importante. También puede traducirse a problemas en la forma en la que se maneja la información personal, lo cual deriva en ansiedad.
Incluso hay quienes dicen que este acto, el cual puede dañar la boca, sirve para calmar la ansiedad. Además debemos destacar que la acción de quitarse los pellejos de los labios es conocida como excoriación, y se trata de un trastorno relacionado con el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). La excoriación también es definida como un hábito repetitivo de pellizcarse la piel, sacarse las costras o morderse las cutículas. Las personas con el trastorno de excoriación no pueden dejar de pellizcarse la piel, aunque les duela o sangre.
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Los labios agrietados son conocidos científicamente como queilitis, y muchas personas se los lastiman de más o se arrancan los pellejos, lo cual es algo perjudicial para los mismos porque es quitarle una capa protectora a la boca.