El movimiento constante de los peldaños hacia arriba o hacia abajo, junto con la cercanía de las paredes laterales, genera un punto de riesgo: si una prenda de ropa, una bolsa, una zapatilla o incluso un cordón queda demasiado cerca del borde, podría engancharse y provocar un accidente, aunque no sea intencional. Lo mismo puede pasar con los pies, sobre todo si están demasiado cerca del lateral.
Ahí es donde los cepillos cumplen su rol clave generando una barrera física y sensorial. Las cerdas rozan levemente los pies o los objetos que se acercan demasiado, provocando una incomodidad que hace que las personas automáticamente se alejen de los bordes. De seguro lo has hecho, pero no te has dado cuenta porque así actúan como un sistema de prevención pasiva.
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La causa de diseño se debe a un trágico accidente en el año 1987 en la estación King Cross de Londres
Este tipo de medidas, aunque parezcan simples, pueden evitar accidentes graves, sobre todo en lugares con alto tránsito de personas o presencia de niños. Por eso, es importante no sentarse ni apoyarse en los bordes de las escaleras mecánicas y mantener siempre las pertenencias y los pies dentro del área segura.
La causa de diseño se debe a un trágico accidente en el año 1987 en la estación King Cross de Londres. Se ocasionó un incendio en una escalera mecánica que termino con la vida de 31 personas. Este fuego comenzó por un cigarrillo mal apagado que se coló en el interior de la máquina. Se generó calor que derivó en la explosión de la escalera.