Hay ciertos minerales que son caracterizados por diferentes culturas por sus cualidades energéticas y lo que representan simbólicamente, como ocurre con la sal, y es que este ingrediente se destaca en muchos aspectos. Entre las interpretaciones, la sal puede representar la vida, la muerte, la purificación, la lealtad, la amistad, la hospitalidad, la fraternidad, la permanencia, la durabilidad, la fidelidad, el valor, la sabiduría y la ciencia.
Para la mirada del Feng Shui, la sal no es un simple ingrediente más para que participe en sus rituales y amuletos, sino que se trata de uno de los protagonistas más fuertes de estos trabajos. La filosofía oriental considera que la sal gruesa es un elemento vital para beneficiarse de aquello relacionado con la protección y purificación energética, pero también cuenta con cualidades vinculadas con la buena suerte y la abundancia.
Justamente la sal gruesa es protagonista de un ritual que puede resultar muy beneficioso para nuestras vidas, y es que para el Feng Shui nos ayuda a cubrir dos aspectos vitales de nuestra vida: dinero y protección energética. Se trata de uno de los trabajos más potentes y sencillos con los que dispone la filosofía oriental en estos dos aspectos, que son de los más buscados por las personas.
Para llevar a cabo este ritual del Feng Shui que apunta a hacernos crecer económicamente y protegernos energéticamente, necesitaremos tan solo un poco de sal gruesa y un vaso de vidrio con agua. El paso a paso es sumamente sencillo y es que tan solo deberemos llenar el vaso con agua y echarle un poco de sal, para luego dejarla reposar por una hora. Luego de esto, usa la mezcla para lavarte las manos. Es importante que dejes que se sequen por si solas al aire libre y no con una toalla.