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La miel es un ingrediente secreto y natural, que usaban todas las abuelas en su receta de salsa casera
¿Qué hace la miel en la salsa de tomate?
El tomate es naturalmente ácido, especialmente cuando se utiliza en conserva o cuando no está completamente maduro. Esa acidez excesiva puede resultar desagradable al paladar, sobre todo si se busca una salsa suave y equilibrada. Sin contar lo mal que nos puede caer para el estómago.
Acá es donde entra en juego la miel, un ingrediente natural que por sus amplias propiedades puede:
- Neutralizar la acidez del tomate
- Endulzar de manera sutil sin alterar el sabor original ni agregarle azúcar
- Aportarle brillo y mejor textura a la salsa
- Realzar los sabores del resto de los ingredientes (como ajo, cebolla, albahaca o especias)
Fideos con salsa de tomate y un toque de miel.jpg
La miel cumple la misma función suavizante, pero de forma natural y sin alterar el perfil de sabor ni los beneficios nutricionales del tomate.
Con solo una cucharada de miel por cada litro de salsa, es suficiente para obtener estos resultados. Es importante no excederse, para no convertir la salsa en algo demasiado dulce.
Aunque muchos optan por el bicarbonato de sodio, que actúa como alcalino, equilibrando el pH de la salsa, tiene algunos efectos no deseados y que pocos saben.
Primero que nada, puede generar una reacción efervescente al mezclarlo con el ácido del tomate, lo que altera la textura. Si se la usa en exceso, le da un sabor metálico o jabonoso a la salsa y desnaturaliza ligeramente los nutrientes del tomate, como la vitamina C.
En cambio, la miel cumple la misma función suavizante, pero de forma natural y sin alterar el perfil de sabor ni los beneficios nutricionales del tomate.
Lo único que debes hacer es agregar una cucharada de este ingrediente, cuando la salsa empiece a hervir y notes el sabor ácido.