¡No lo sabía!

Por qué hay que ponerle una cucharada de miel a la salsa de tomate y para qué sirve

Usar miel puede marcar una gran diferencia en la calidad de la salsa de tomate, especialmente si buscas un sabor inigualable

La salsa de tomate es ampliamente usada para pastas, pizzas, guisos, por eso su receta debe ser única. Para esto, existe un truco culinario que pocos conocen: agregar una cucharada de miel a la salsa de tomate. Te cuento por qué mejora el sabor y la textura de la salsa.

A la hora de preparar una buena salsa de tomate casera, muchos tienen sus trucos secretos. Si bien lo más común es agregarle una pizca de bicarbonato de sodio, este producto será reemplazado determinantemente cuando pruebes cambiarlo por la miel.

Este pequeño ingrediente transforma notablemente el sabor y la textura de la salsa. Además, cumple la misma función que el bicarbonato de sodio, pero de una forma más natural y sabrosa.

Miel.jpg
La miel es un ingrediente secreto y natural, que usaban todas las abuelas en su receta de salsa casera

La miel es un ingrediente secreto y natural, que usaban todas las abuelas en su receta de salsa casera

¿Qué hace la miel en la salsa de tomate?

El tomate es naturalmente ácido, especialmente cuando se utiliza en conserva o cuando no está completamente maduro. Esa acidez excesiva puede resultar desagradable al paladar, sobre todo si se busca una salsa suave y equilibrada. Sin contar lo mal que nos puede caer para el estómago.

Acá es donde entra en juego la miel, un ingrediente natural que por sus amplias propiedades puede:

  • Neutralizar la acidez del tomate
  • Endulzar de manera sutil sin alterar el sabor original ni agregarle azúcar
  • Aportarle brillo y mejor textura a la salsa
  • Realzar los sabores del resto de los ingredientes (como ajo, cebolla, albahaca o especias)
Fideos con salsa de tomate y un toque de miel.jpg
La miel cumple la misma función suavizante, pero de forma natural y sin alterar el perfil de sabor ni los beneficios nutricionales del tomate.

La miel cumple la misma función suavizante, pero de forma natural y sin alterar el perfil de sabor ni los beneficios nutricionales del tomate.

Con solo una cucharada de miel por cada litro de salsa, es suficiente para obtener estos resultados. Es importante no excederse, para no convertir la salsa en algo demasiado dulce.

Aunque muchos optan por el bicarbonato de sodio, que actúa como alcalino, equilibrando el pH de la salsa, tiene algunos efectos no deseados y que pocos saben.

Primero que nada, puede generar una reacción efervescente al mezclarlo con el ácido del tomate, lo que altera la textura. Si se la usa en exceso, le da un sabor metálico o jabonoso a la salsa y desnaturaliza ligeramente los nutrientes del tomate, como la vitamina C.

En cambio, la miel cumple la misma función suavizante, pero de forma natural y sin alterar el perfil de sabor ni los beneficios nutricionales del tomate.

Lo único que debes hacer es agregar una cucharada de este ingrediente, cuando la salsa empiece a hervir y notes el sabor ácido.

Temas relacionados: