Trucos de cocina

Por qué hay que ponerle un chorrito de vino a la salsa de tomate y para qué sirve

Agregar vino en tu preparación puede marcar una gran diferencia en la calidad de la salsa de tomate, sobre todo si buscas un sabor único e inigualable

La salsa de tomatees ampliamente usada para pastas, pizzas, guisos, por eso su receta debe ser única. Para esto, existe un truco culinario que pocos conocen: agregar un chorrito de vino a la preparación. Te cuento por qué mejora el sabor y la textura de la salsa.

A la hora de preparar una buena salsa de tomate casera, muchos tienen sus trucos secretos. Si bien lo más común es agregarle una pizca de bicarbonato de sodio, hay un secreto que usaban las abuelas en su receta y que casi nadie conoce. Pues este producto será reemplazado determinantemente cuando pruebes cambiarlo por un poco de vino.

Vino
El vino es un gran aliado en tu cocina, cumple funciones únicas en los sabores

El vino es un gran aliado en tu cocina, cumple funciones únicas en los sabores

Este pequeño ingrediente transforma notablemente el sabor, el color y la textura de la salsa. Además, si le agregamos un tipo de vino dulce, cumple la misma función que el bicarbonato de sodio, pero de una forma más natural y sabrosa.

¿Qué hace el vino en la salsa de tomate?

¿Cuántos de nosotros recordamos el típico olor a salsa que cocinaban nuestras abuelas? Esos olores traen viejos y hermosos recuerdos, pero lo que no sabíamos es que ese aroma característico era por un ingrediente poco común que ellas usaban. El vino, claro.

El vino, ya sea tinto o blanco, cumple varias funciones cuando se incorpora en la cocción de una salsa de tomate. No es solo un saborizante, sino que también actúa a nivel químico y aromático. Estas son las razones principales:

Abuela cocinando salsa de tomate
Es un secreto que muchas abuelas usaban y le dan el aroma característico a sus salsas caseras

Es un secreto que muchas abuelas usaban y le dan el aroma característico a sus salsas caseras

Ayuda a potenciar los sabores naturales del tomate, especialmente cuando se usan tomates en lata o puré. Su acidez y sus taninos equilibran el dulzor del tomate cocido, aportando una profundidad de sabor que no se logra solo con especias.

Además, si cocinaste cebolla, ajo o carne picada para tu salsa, un chorrito de vino desglasa el fondo de la sartén, levantando los sabores caramelizados que quedaron adheridos. Esto intensifica el sabor general y crea una salsa más rica y compleja.

Cuando se evapora el alcohol, el vino deja componentes que aportan cuerpo y suavidad a la salsa, especialmente si se deja cocinar a fuego lento, la salsa se volverá más sedosa y consistente.

Si te preguntas que tipo de vino usar, el más recomendable es el vino tinto, este es ideal para salsas con carne (como boloñesa). Usa variedades como Malbec, Cabernet o Merlot.

Salsa de tomate
Poner un chorrito de vino en tu preparación hará que deleites a tus comensales

Poner un chorrito de vino en tu preparación hará que deleites a tus comensales

‍Cuándo y cómo se agrega el vino a la salsa

Para que tu salsa sea inigualable y llena de recuerdos, este es el paso a paso:

  1. En una sartén o cacerola, dora la cebolla y el ajo (o cualquier ingrediente base).
  2. Agrega un chorrito de vino (aproximadamente 50 ml por 500 g de salsa) y deja reducir durante 2-3 minutos hasta que el alcohol se evapore.
  3. Incorpora el tomate triturado, puré o en cubos.
  4. Cocina a fuego lento durante al menos 30 minutos para que todos los sabores se integren.

Al cocinar la salsa durante varios minutos, el alcohol del vino se evapora, dejando solo el sabor y los aromas. Es seguro incluso para niños o personas que evitan el alcohol.

El vino funciona aún mejor si lo combinas con hierbas como albahaca, orégano, tomillo o laurel. Realza el perfil mediterráneo de la salsa y le da un aroma irresistible.

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