Esta agua suele ser descartada sin pensar que puede tener un uso valioso dentro del hogar, especialmente si tienes plantas, ya que, aunque no es potable, sí es ideal para el riego en ciertas condiciones, lo que la convierte en una alternativa gratuita, ecológica y eficiente.
Esta agua se forma por el proceso de condensación cuando el equipo enfría el aire y extrae la humedad del ambiente el resultado es un líquido claro sin cloro ni minerales añadidos que muchos llaman agua destilada aunque en realidad es una forma de agua desmineralizada por eso es tan beneficiosa para las plantas.
Al no contener cal ni químicos agresivos como el cloro del agua de red, es perfecta para regar plantas sensibles como las orquídeas, los helechos y las suculentas, porque evita la acumulación de sales en la tierra lo que puede dañar las raíces con el tiempo.
También es una excelente opción para limpiar las hojas de las plantas o recargar humidificadores y pulverizadores sin dejar manchas o residuos blancos en las superficies, además es útil para germinar semillas o mantener esquejes en desarrollo gracias a su pureza.
Aunque sí hay que tener en cuenta que al ser un agua sin nutrientes es recomendable alternarla con agua normal o fertilizantes líquidos para mantener el equilibrio del suelo y asegurar un buen crecimiento
Para recolectarla solo necesitas colocar un recipiente debajo del desagote del aire acondicionado asegurándote de que esté limpio y libre de contaminación, luego puedes usarla directamente o guardarla en una botella durante unos días, siempre tapada y lejos del sol.