Javier Alves (38) es un maipucino que se dedica al negocio de la cartelería y que este 10 de julio -literalmente- nació de nuevo. Es que protagonizó un terrible accidente en el que, por el impacto que recibió, sufrió la amputación de un brazo y por esto permaneció internado varios días en el Hospital Central de Mendoza.
Conmovedor encuentro
Perdió el brazo tras un accidente en Ugarteche y días después buscó a la enfermera que le salvó la vida
El contacto se dio en Radio Nihuil, donde tanto el joven como la mujer que lo ayudó se dedicaron palabras de agradecimiento y afecto. Un ejemplo de empatía y entereza
El accidente en el que Javier Alves perdió un brazo ocurrió en la Ruta 40, a la altura de Ugarteche./Foto: Mario Ferreyra.
Si bien ya está fuera de peligro, lo que él más quería era dar con las personas que lo auxiliaron en el momento del choque. Este encuentro fue posible por la intervención y el trabajo de Radio Nihuil y los integrantes del programa "Hora Libre".
Ellos fueron quienes lograron dar con Gabriela Funes, la enfermera que pasaba por el lugar durante aquel instante aciago y le dio los primeros auxilios a Javier en la ruta, cuando la amputación de su brazo acababa de suceder y no había otro objetivo que detener la hemorragia y evitar que muriera ahí mismo.
Este video muestra cómo era el panorama:
►TE PUEDE INTERESAR: Este lunes entraron en vigencia sanciones más duras para quienes conduzcan borrachos en Mendoza
El accidente relatado en primera persona
Javier se accidentó el miércoles 10 de julio en la ruta 40, pasado el mediodía, a la altura de Ugarteche, a pocos kilómetros de Tupungato, mientras conducía una camioneta Duster Oroch.
Él mismo fue el encargado de relatar en Nihuil lo ocurrido.
Javier estuvo internado más de 9 días en el Hospital Central y en este tiempo no hizo más que agradecer la posibilidad de estar vivo, la ayuda que recibió y la atención y cuidados que le brindaron tanto su familia como el personal de Salud del hospital.
►TE PUEDE INTERESAR: Lourdes Arrieta apeló a una cita bíblica tras el escándalo por su visita a criminales de lesa humanidad
Cómo fueron los primeros momentos del accidente
Javier contó que cuando pudo sacarse el cinturón y salir de la camioneta, se dio cuenta que le faltaba el brazo. Lo primero que hizo fue realizarse un torniquete con su propio buzo.
Luego de esta maniobra, que realizó como pudo, salió a buscar ayuda y allí fue que se acercó una doctora, de nombre Dana y Gabriela Funes, una mujer que es enfermera del Hospital Gailhac pero que actualmente se encuentra con licencia gremial e iba a Tunuyán a dar una capacitación.
Tanto ella como la médica lo asistieron, dándole los primeros auxilios, sobre todo para parar la hemorragia del brazo que había quedado amputado.
Radio Nihuil se concentró en buscar a estas personas que lo ayudaron, porque Javier quería contactarlas para agradecerles lo que hicieron por él.
En el momento del accidente, ladrones se acercaron al lugar y quisieron robarle la mochila a Javier
►TE PUEDE INTERESAR: Tres empresas picaron en punta para adquirir campos de YPF al norte y sur de Mendoza
Un cruce radial muy emotivo
Radio Nihuil posibilitó la comunicación de Javier Alves con Gabriela Funes y logró su objetivo de agradecerle el hecho de haberle brindado, no solo los primeros auxilios, sino la contención en uno de los momentos más difíciles de su existencia.
La enfermera y el hombre accidentado pudieron cruzar algunas palabras, y luego ella se refirió a la entereza que tuvo Alves en el momento del siniestro.
Dijo que en todo momento estuvo consciente, que sabía lo que le había pasado y que colaboró permanentemente con el personal de salud que lo auxilió. También lo hizo en el momento de subir a la ambulancia que lo trasladó al hospital.
Por otra parte, su testimonio fue clave para reconstruir los hechos, ya la situación fue muy caótica. Gabriela manifestó que fue por lo puntual del relato de Javier que se pudo saber lo que había sucedido.
“Javier tiene una fortaleza impresionante, nos detalló todo lo ocurrido y por eso pudimos comenzar a ordenar las fichas”, sostuvo Gabriela Funes.
La mujer destacó, además, que el hombre accidentado quiso ser quien avisara a sus familiares para decirles lo que había sucedido, sobre todo para tranquilizarlos.
►TE PUEDE INTERESAR: Llamaron a declarar a compañeros de los rugbiers franceses acusados de abuso y se discute por los traductores
El incidente de la mochila robada
La trágica situación por la que estaba pasando Javier y las demás personas que protagonizaron el accidente no fue impedimento para que un par de sujetos decidieran robarle las pertenencias al herido.
De hecho, se le acercaron y en lugar de colaborar, se llevaron su mochila. Pero para contrarrestar, otros jóvenes que se encontraban asistiendo en el accidente, fueron alertados del robo y persiguieron a los ladrones por la ruta hasta que lograron recuperar las pertenencias de Javier.
“No tengo palabras para agradecerles a esos chicos lo que hicieron por mí, se arriesgaron y se los agradezco de corazón”.
►TE PUEDE INTERESAR: Rugbiers franceses: amiga de la denunciante aportó detalles y mensajes sobre la noche del presunto abuso
Entereza y sentido del humor
Lejos de deprimirse, y aunque se lo notaba afectado emocionalmente cuando recibía mensajes de sus amigos, hermanos o cuando hablaba de su mamá y de su mujer, Javier hasta logró hacer chistes sobre lo que le sucedió.
“Cuando vengan los voy a abrazar, pero les voy a poder dar medio abrazo, nada más”, bromeó. Luego, ante la sugerencia de invitar a los amigos y a quienes lo ayudaron a comer un asado, Javier también se refirió a la situación con humor. “Bueno, pero me van a tener que cortar la carne”.
Más allá de esto que dijo a modo de chiste y para desdramatizar la situación, señaló que “solo le falta un brazo” y que podría haberse muerto en el accidente, pero que no sucedió y por este motivo, seguramente va a salir adelante.
Hay que destacar que el hombre fue jugador de fútbol, jugó en Gutiérrez de Maipú, en Rosario Central y el Talleres de Córdoba. Al respecto también bromeó: “Ahora no voy a poder atajar, voy a tener que cabecear”.