- Luces parpadeantes o comportamientos anómalos: la presencia de luces que parpadean o que se apagan repentinamente puede indicar que el dispositivo ha experimentado un fallo interno.
- Cables quemados o deformados: si se observan cables quemados, tostados o con marcas de sobrecalentamiento, es probable que el electrodoméstico haya sido afectado por una sobrecarga de voltaje.
- Chispas en enchufes o cables: la aparición de chispas al enchufar o intentar utilizar un aparato sugiere daños en el sistema eléctrico del mismo.
- Disparo de interruptores: cuando los interruptores de protección (fusibles o disyuntores) se disparan de manera constante tras un apagón, puede ser señal de un electrodoméstico defectuoso.
- Emisión de ruidos inusuales: zumbidos, crujidos o vibraciones anómalas indican posibles fallos en los componentes internos.
- Mal funcionamiento: si el electrodoméstico no enciende o presenta un funcionamiento irregular, es un indicativo claro de que podría haber sufrido daños.
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Ante un apagón de estas características, los electrodomésticos más vulnerables son los televisores, las computadoras y las heladeras, por lo que debes prestar especial atención sobre ellos.
Apagón: cuántas horas dura la comida en la heladera
El apagón eléctrico generalizado puede echar a perder la comida que tengan las millones de personas en la heladera. Ante esto, existe un tiempo prudencial para mantener los alimentos.
En general, y según los expertos, este electrodoméstico puede conservar a una temperatura adecuada los alimentos hasta cuatro horas sin electricidad, mientras que el congelador pueden ser hasta 48 horas si está lleno.
Si la comida pasa de este tiempo en un apagón, se recomienda desechar carnes, pescados, huevos y sus sustitutos, junto con los lácteos y los productos que contengan crema.