Su estructura estaba inspirada en modelos de sociedades secretas como la masonería, aunque sus objetivos iniciales eran más intelectuales que políticos. A lo largo de su breve existencia, atrajeron a profesores, abogados y estudiantes interesados en reformar la sociedad y el gobierno desde dentro.
El "Ojo de la Providencia", un símbolo con un ojo dentro de un triángulo presente en iglesias, edificios masónicos y el billete de un dólar, está asociado tanto con la masonería como con los Illuminati, representando su supuesto control y vigilancia mundial.
Influencia en la historia
A pesar de su breve vida, los Illuminati lograron infiltrarse en algunos círculos intelectuales y políticos de Baviera. Sus miembros promovían reformas educativas y sociales, defendiendo ideales como la igualdad y la libertad de expresión. Sin embargo, su carácter clandestino y su ambición de influir en la política despertaron las sospechas del gobierno bávaro, que en 1785 prohibió la organización y persiguió a sus miembros.
Aunque los Illuminati se disolvieron oficialmente, sus ideales ilustrados influyeron indirectamente en otros movimientos progresistas de la época, dejando una huella en el pensamiento liberal europeo que perdura hasta hoy.
Para unirse a los Illuminati se necesitaba el consentimiento de los miembros, ser rico y tener buena reputación, además de avanzar en un sistema jerárquico que inicialmente tenía tres niveles, pero que luego se extendió a 13 grados de iniciación.