- No estar apurado: los paseos de baño de bosque no tienen como objetivo realizar actividad física. No se deben confundir con el senderismo. Hay que dedicarle tiempo para desarrollar una relación con la naturaleza.
- Conectar con la naturaleza: hay que intentar desplazar la mente hacia el paisaje, para conectar los sentidos con la naturaleza.
- Dejarse guiar por un experto: al igual que la meditación y el yoga, es importante realizar el baño de bosque bajo la instrucción de un guía calificado.
- Pasear no lo único: el paseo es importante, pero hay otras rutinas que pueden ayudarte profundizar en la relación con la naturaleza. Algunas de ellas son sentarse o comunicarse con otras especies.
Para realizar un baño de bosque tienes que elegir un lugar tranquilo y natural. Apaga o silencia los dispositivos electrónicos, pero si tienes la posibilidad no lleves estos aparatos. Camina lentamente y presta atención a los sonidos, los colores, la textura del suelo, el aroma y el aire. No te olvides de respirar profundamente.
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El baño de bosque también mejora el descanso, conserva la energía y reduce el ritmo cardíaco.
Los investigadores revelan los beneficios del shinrin yoku
Los estudios mencionados anteriormente revelan diversos beneficios del baño de bosque para la salud.
- Mejora el estado de ánimo: los paseos a partir de 40 minutos por el bosque favorecen el estado de ánimo.
- Desciende el cortisol: según un informe del Stanford Center on Longevity, los baños de bosque son beneficiosos para descender los niveles de cortisol, la hormona del estrés, además de la ansiedad, y las emociones negativas.
- Refuerza el sistema inmunitario: en algunos casos, las hormonas del estrés comprometen el sistema inmunitario. Por esta razón, no es extraño que esta práctica oriental, al reducir la producción de cortisol, fortalezca este sistema de defensa.
- Mejora la creatividad y la concentración: estar en la naturaleza permite alejarse de la información y la tecnología, lo que puede abrir nuevas fuentes de inspiración.