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Congela el nombre del objeto que se te perdió
En un papel coloca el nombre del objeto perdido y ponlo en el congelador. En cuestión de horas lo encontrarás.
Usa la técnica de "volver atrás"
Piensa en el último lugar donde viste el objeto y trata de retroceder en tu mente para recordar lo que hiciste después. A menudo, reconstruir los pasos previos te dará pistas sobre dónde podrías haber dejado el objeto. Pregúntate: "¿Qué estaba haciendo cuando lo tuve por última vez?", y sigue esa línea de pensamiento.
Teoría del "deslizamiento mental"
Los objetos a menudo se "pierden" cuando estamos distraídos o hacemos algo en piloto automático. Esto se llama "deslizamiento mental". Si sospechas que esto ocurrió, revisa los lugares menos obvios, como dentro del refrigerador, la lavadora o debajo de un montón de ropa.
Revisa los Lugares improbables
Una vez que hayas revisado los lugares obvios, amplía tu búsqueda a lugares más improbables. A veces, los objetos terminan en lugares insólitos, como detrás de los cojines del sofá o en bolsillos de prendas que no usas a menudo. Incluso puedes revisar el coche, especialmente si lo usaste recientemente.
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Confía en la Ley de Murphy
La Ley de Murphy dice que "todo lo que pueda salir mal, saldrá mal". Esto significa que el objeto perdido podría estar en el lugar más improbable o en el más complicado de alcanzar. Por ello, no descartes nada hasta haberlo revisado minuciosamente.
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